CÁDIZ

Siete horas al compás del tres por cuatro

Más de 9.000 personas vibraron ayer en Sevilla con el Maratón de Carnaval dedicado a las chirigotas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Después de haber tenido que cambiar las fechas, por circunstancias que no vienen al caso, Sevilla vibró ayer con la gracia gaditana. Se colgó el cartel de no hay entradas y los que estaban ansiaban que la primera de las agrupaciones que se anunciaban en el cartel comenzara a entonar la presentación. Había ganas de Carnaval y no hacía falta que el calendario dijera que estaba en el mes loco de febrero. El cartel prometía, llegaban a la capital hispalense todas las chirigotas que habían pasado este año por la catedral de los ladrillos coloraos, el Falla. Y es lo que sucedió. La afición carnavalesca andaluza vivió ayer un día grande. El auditorio Rocío Jurado fue el escenario elegido para la I Maratón de Carnaval, un espectáculo de más de siete horas de duración que reunió a las mejores chirigotas gaditanas y sevillanas. Desde bien temprano, la Isla de la Cartuja se llenó de gente procedente de varios puntos de la geografía andaluza dispuesta a disfrutar del humor carnavalesco. Tal fue la afluencia de gente que las 9.000 localidades puestas a la venta fueron insuficientes y hubo quien tuvo que volver a casa ante el cartel de «entradas agotadas» de la puerta.

El calor del 'Lorenzo'

El calor reinante durante toda la jornada en Sevilla fue el protagonista de las bromas de los chirigoteros, quienes ayer sudaron -y mucho- el tipo. Para abrir boca, la chirigota del Sheriff y sus cajeras de Mercafalla comenzaron a calentar un ambiente bastante. «Esta chirigota vende» consiguió arrancar las primeras carcajadas entre el público asistente. Tras el repertorio actual, el grupo recordó pasodobles de Los valientes, Los aguafiestas y un par de cuplés de Los aleluyas. Pero fue entonando el famoso estribillo de Caiman cuando el público se puso en pie, gesto que repetiría con cada una de las siete agrupaciones.

Tarde para los 'jartibles'

Tras el grupo de Juan Manuel Braza, le tocó el turno a Venimos con lo puesto, la chirigota de Sevilla, como popularmente se la conoce. Los maniquíes sevillanos dirigidos por Diego Benjumea, dieron paso a los jubilados de Más p'allá que p'acá, la agrupación de el Love, el Cabra y Manolo Cornejo, que para esta ocasión recuperaron a Miguel El Mellao, que se marcó un monólogo mientras los chirigoteros se cambiaron de ropa para recordar a don Adolfo y su Una chirigota con clase (1996).

Las risas no daban tregua y los aplausos iban dando paso a cada una de las agrupaciones. Había ganas de disfrutar con Cádiz y con sus letras. La compañía aérea Air con el carair fue el siguiente grupo en escena. José Guerrero, Yuyu, encandiló a los presentes con sus comentarios ingeniosos y su soltura con la aviación. Tras ellos, y ya entrada la tarde, le tocó el turno al Selu y Los enteraos -considerados por muchos el cajonazo del Falla 2009- que demostraron su vis cómica derrochando ingenio y la arrogancia requerida por el personaje sobre las tablas. La actuación -más de una hora que se hizo corta para muchos- finalizó con un popurrí de popurrís. Toda una delicia para nostálgicos y jartibles del Carnaval.

Posteriormente, Antonio Pedro Serrano, el Canijo de Carmona, trajo a sus Muchachas del congelao, unas díscolas princesas sacadas del imaginario Disney. Para poner broche final a todo una jornada carnavalera, Salón de belleza El Tijerita, primer premio este año en el Falla, deleitaron al público con sus chistes, bromas y su peculiar «baile del gusano». Buen sabor de boca para una jornada maratoniana de coplas, pasodobles y estribillos que no dejó a nadie indiferente. Hay ganas de Carnaval, habrá que esperar a ver qué depara la próxima actuación.