Sociedad

'Pandorum', entre el 'thriller' y la ciencia ficción, inquieta a Sitges

COLPISA. SITGES Actualizado: Guardar
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Pandorum, un desasosegante thriller espacial fue la película estrella de la jornada de ayer en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Protagonizada por Dennis Quaid y Ben Foster, está dirigida por Christian Alvart (Expediente 39), único miembro del equipo presente en el certamen. Sin embargo, Pandorum, que llegará a las pantallas españolas en las próximas semanas, es sobre todo una película de su productor, Paul W. S. Anderson, responsable de Horizonte final y de la saga Mortal Combat.

Se trata de una historia claustrofóbica con muy pocos personajes humanos y muchos alienígenas. En un futuro, poco antes de la destrucción final de la Tierra, una gigantesca nave espacial lleva a la humanidad superviviente hacia un nuevo planeta con óptimas condiciones de habitabilidad para los humanos, situado a millones de años luz. Viajan sumidos en un profundo hipersueño, y solo la tripulación, en sucesivos relevos permanece despierta. Todo comienza cuando dos miembros del quinto relevo de la tripulación despiertan de su hipersueño, desorientados y aparentemente como únicos tripulantes conscientes de lo que parece una nave abandonada, navegando por el espacio. Nadie les ha relevado ni saben qué ha ocurrido. Pero pronto descubrirán que no son los únicos seres vivos de la nave. En los oscuros pasillos y en cámaras recónditas se esconden, agazapados, miles de terribles alienígenas hambrientos cuya única obsesión será acabar con sus vidas.

La película es una típica serie B, con muchos sustos, para mostrar un esquema habitual en el cine de terror ambientado en un lugar herméticamente cerrado, en este caso una gigantesca nave espacial. Con evidentes influencias de Alien pero también de las otras películas de Anderson, desarrolla la lucha de unos pocos humanos (los dos tripulantes iniciales descubrirán que hay algunos humanos más en su situación), por la supervivencia.

«Quería contar una historia sobre como los últimos restos de la humanidad, después de haber acabado con la Tierra, deben emigrar hacia un nuevo planeta», recordó en Sitges Alvart, nacido en Francfort en 1974, que pronto emigró a Hollywood para hacer cine.