Miembros de los equipos de rescate buscan supervivientes entre los escombros del terremoto del pasado lunes, en Padang, isla de Sumatra ./ Efe
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Tres días después del seísmo de Sumatra aún hay unos 4.000 sepultados bajo los escombros

Los equipos de rescate buscan en lo que fue la piscina del hotel porque en su interior se cree que puede haber muchas víctimas con la esperanza de que algunas estén con vida

PADANG Actualizado: Guardar
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Hasta 4.000 personas siguen hoy sepultadas bajo los escombros en la isla indonesia de Sumatra, donde los equipos de rescate desbordados por la tragedia del seísmo del pasado 30 de septiembre aceleran las faenas para encontrar el máximo número de supervivientes. Ni siquiera con la ayuda de los especialistas de media docena de países que se sumaron a los centenares de funcionarios y voluntarios indonesios se puede hacer frente a la ardua tarea, cuando ya el balance oficial de fallecidos supera el millar.

La comunidad internacional se ha volcado con la petición de asistencia salido de Indonesia, cuyas autoridades se han visto desbordadas por la catástrofe. Necesitamos ayuda de los países extranjeros para que manden trabajadores de rescate cualificados y con equipamiento moderno", ha dicho la ministra de Sanidad, Siti Fadilah Supari. Australia, China, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, han enviado a profesionales para situaciones de emergencia, mientras Rusia mandó dos aviones militares con médicos, enfermeras y perros entrenados en rastrear supervivientes entre las ruinas.

España ha despachado un avión con 36 toneladas de ayuda humanitaria que se espera llegue en los próximos días. La Agencia Nacional de Gestión de Desastres ha dicho que no pondrá traba alguna a los cooperantes extranjeros para que pueden volcarse a la tarea humanitaria de ayudar a los damnificados.

El coordinador de las Naciones Unidas para las ayudas humanitarias en Indonesia, El Mostafa Benlanlih, ha declarado que entre 3.000 y 4.000 personas continúan atrapadas o enterradas entre las ruinas de Padang, la tercera ciudad más grande de la provincia de Sumatra Occidental. Al menos 20.000 edificios se han hundido o se encuentran dañados en Padang y sus alrededores a causa del seísmo.

El 70% de las viviendas particulares de Padang -casas que se derrumbaron por completo o han perdido el tejado o la fachada- permanecen totalmente desatendidas, a pesar de que bajo sus escombros hay cadáveres.

Geografía del horror ignorado

"Aquí aún no ha venido nadie. El segundo piso se hundió sobre el primero: el de los talleres y no sabemos cuántas personas había dentro", relató Mohamed Jamil, profesor de una escuela de formación profesional de la ciudad, que se niega a pisar las ruinas por si pudiera haber gente sepultada.

Este colegio, donde estudiaban decenas de adolescentes de entre 12 y 15 años, es tan sólo uno de los más de 1.200 edificios que derribó el seísmo de 7,6 grados en la escala de Richter y que aún no ha recibido asistencia de los equipos de emergencia y evaluación de daños tres días después.

Esta geografía del horror ignorado se extiende por toda Padang, una ciudad de 900.000 habitantes, y afecta a hospitales, edificios públicos, centros comerciales, universidades, colegios y academias de idiomas.

Una madre cuenta en el Hospital Djamil que sacó con sus propias manos a su hija de dos años y medio de debajo de grandes cascotes de cemento. "No sé de dónde saqué la fuerza (para levantar los escombros), pero sabía que tenía que salvarla".

Colaboración ciudadana

Ante la imposibilidad de recibir ayuda, la gente ha empezado a organizarse por su cuenta y los vecinos colaboran en las tareas de desescombro de edificios y calles, y comparten techo y alimentos si es preciso, ante la avalancha de desplazados sin hogar.

Padang y sus alrededores siguen sin fluido eléctrico y las comunicaciones telefónicas son difíciles, los hospitales están saturados y los precios de los bienes básicos que empiezan a escasear, como el agua potable y la gasolina, se están disparando.

La depuradora de Padang está averiada y no hay agua corriente. La gente está recurriendo a los pozos subterráneos. El problema de la gasolina no es que ahora no haya, sino qué va a pasar en una semana. Por eso, todo el mundo intenta comprar ahora y se forman colas de dos o tres horas.

Indonesia se asienta sobre el "Anillo de Fuego del Pacífico', una zona de gran actividad sísmica y volcánica que sufre unos 7.000 terremotos al año, la mayoría moderados. El 26 de diciembre de 2004, un seísmo de 9,1 grados sacudió el norte de Sumatra y provocó un tsunami que sembró la destrucción en una docena de naciones bañadas por el Océano Indico y causó más de 226.000 muertos.