Los expropiados del tranvía se llevan el primer susto del derribo

Primer susto para los expropiados de Montañeses de La Isla que no han aceptado las valoraciones realizadas por la Junta de Andalucía por sus propiedades. Ayer, evitaron el intento de los obreros de vallar la zona, una medida preparatoria para el futuro derribo de las fincas. Aunque las puertas de las viviendas y locales con los que se ha llegado a un acuerdo ya se encuentran tapiados, existen en el lugar dos comercios y varias viviendas habitadas. Precisamente fueron sus inquilinos los que impidieron el cerramiento total de la edificación al continuar con su actividad cotidiana y recriminar a los operarios la labor que estaban desempeñando.

Ante la insistencia de los presentes y las peticiones de documentación para realizar denuncias, los trabajadores optaron finalmente por retirar las vallas de los establecimientos y viviendas ocupadas.

Jesús Antonio Bey regenta el bar Las Canastas y asegura que no se marchará del lugar a menos que le den un trato justo. Lo mismo que defiende José Tomás Sestelo -que tiene una freiduría-, que aseguró: «desconocer este proceso pues no ha llegado ninguna notificación de que iban a vallar la zona tan sólo nos hemos enterado por los periódicos. Creo que primero se tendría que llegar a un acuerdo para ello y no se ha firmado».

El pago del depósito previo es lo que argumenta Obras Públicas para realizar tal acción, ya que al abonar esa cantidad según el órgano público tiene derecho a realizar las fases para la expropiación forzosa, independientemente de que no exista un acuerdo administrativo.