MUNDO

Irán abrirá a los inspectores de la ONU el recinto de su nueva planta nuclear

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tres décadas después, Irán y EE UU mantuvieron ayer una reunión oficial al más alto nivel. William Burns y Said Yalilí, enviados de Barack Obama y Mahmud Ahmadineyad, aprovecharon un alto en la cumbre nuclear de Ginebra para hablar durante media hora y romper con treinta años de cerrazón. Fue el gesto esperanzador de una nueva reunión entre Irán y el Grupo del 5+1 -EE UU, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania- en la que, como es norma desde 2006, nadie fue capaz de persuadir a la República Islámica para que detenga su carrera atómica. Esta vez, al menos, se ha logrado fijar una nueva cita para final de mes y, como informó el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, Teherán se ha comprometido a permitir la entrada de inspectores en su nueva planta de Qom. «Es la primera vez que aceptamos sentarnos en la misma mesa que Irán como miembros de pleno del 5+1», declaró Robert Wood, portavoz del Departamento de Estado.

Como ocurría cuando Alí Lariyaní era el responsable de las negociaciones nucleares, Yalilí acudió a la cita con una serie de argumentos sobre la paz mundial y el desarme nuclear muy alejados de la «respuesta concreta» que Washington espera. La actitud por parte de Occidente, sin embargo, ha cambiado. En julio de 2008, en el mismo escenario, Burns acudió como oyente, pero esta vez Obama ha puesto en práctica la promesa de mano tendida y su representante ejemplificó la política de diálogo que persigue.