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Lu Chuan: «Pensaba que eran bestias, pero eran personas como yo»

La masacre de Nanjing se convierte en la trama principal de una película del director chino Lu Chuan sobre los límites del ser humano en la guerra

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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"Cualquiera puede llegar a ser un soldado japonés". El director chino Lu Chuan reflexionó de esta manera sobre la razón de ser de su película, City of Life and Death, que se presentó el pasado martes en la Sección Oficial del Festival. Un filme de marcado carácter histórico y realista en el que lo único que no es real es el baile de la conquista. "Quería enseñar lo que puede llegar a hacer cualquier persona en una situación como esa", aclaró, para el que era importante realizar esta película, "saber lo que pasó en esa batalla, tanto para los chinos como para los japoneses".

Ambos pueblos nunca se han "entendido bien". Los japoneses siempre han sido vistos como asesinos en China por las masacres que han cometido. Esta película intenta hacer entender lo contrario y realzar el carácter humano de todos los soldados. "Yo pensaba que eran bestias pero al leer los diarios me he dado cuenta de que eran personas corrientes como yo", aclaró, y advirtió que "estas cosas ocurrirán otra vez si no lo pensamos detenidamente".

La película fue comparada con La Lista de Schindler (1993) por algunos de los asistentes a la proyección. No era la intención de Chuan, "es mi película favorita pero quería hacer algo diferente". Para realizarla no se basó en películas de guerra sino en los diarios y fotografías de los soldados japoneses que relataban esa batalla, así como en el diario de John Rabe, representante nazi en la zona de seguridad de los chinos, y el libro La violación de Nanjing, el nombre que se le dio a aquella masacre. Muchos de los soldados japoneses tenían cámaras de fotos y algunas escenas "están basadas en ellas, por eso parece tan real".

Es una película con un reparto coral en el que se intercala la vida en ambos bandos, donde también hay lugar para John Rabe. "Era un líder nazi en China pero hizo cosas muy buenas y quería darlas a conocer. Salvó a muchos chinos" en una batalla en la que murieron 300.000 personas tal y como se recuerda al comienzo de la película. Al igual que la La Lista de Schindler, está rodada en blanco y negro por que "es más potente, pero también porque no quería enseñar el color de la sangre". Así es negra y "ayuda a mostrar un respeto por todos los que murieron allí".

Estrellas y héroes

Algunos de los actores son auténticas estrellas en su país, como Liu Chen y Qi Lan, que estuvieron en la presentación, por lo que Lu Chuan está muy agradecido de haber podido contar con ellos. "Les he pagado muy poco para lo que ellos ganan, lo han hecho porque querían ayudarme". Calificó a los actores de "héroes" por participar en esta producción. "Muchos actores japoneses hicieron el casting pero no firmaron", explicó. Tenían mucha presión en el rodaje en China, "les dolía el corazón. Han sido muy valientes", admitió. Para Chen y Lan, tampoco fue fácil. "Es especialmente doloroso, lo estudiamos en la escuela pero los sentimientos de una madre hacia su hijo fue algo que me costó olvidar", explicó Lan.

La cinta no ha sido muy bien recibida en su país. "Pensaba que el público chino podía aceptarlo bien pero es muy polémica allí. Algunos dicen que soy un traidor". Todo por haber utilizado el punto de vista del soldado japonés, que para el director "era la única manera de ser objetivo. Quería enseñar las dos partes, los asesinatos de los japoneses y que las víctimas eran los chinos". Una película que según su director muestra "la realidad de la masacre, cómo un gobierno utiliza su cultura para eliminar otra cultura".

Por esto, la película tiene "pocas posibilidades" de ser escogida para participar como candidata a la Mejor Película Extranjera en los Oscars. Los candidatos los propone el Gobierno y Chuan ve "difícil salir elegido por la polémica que ha surgido".