José Castro pone la nota de color en la primera jornada de Cibeles

Los 'Ego' se han encargado de abrir el Cibeles Madrid Fashion Week con una apuesta atrevida en la que diez propuestas diferentes se han lucido como las grandes firmas. Justamente Adolfo Domínguez y TCN se han encargado de abrir los desfiles en una jornada marcada por el minimalismo y la vuelta a los ochenta, en la que la riqueza de los tejidos ha llegado de la mano de José Castro.

Aurora, la colección que José Castro ha dedicado al guacamayo azul y verde que formó parte de su vida 25 años y que le robaron, recrea la fauna y la flora del Amazonas, con extravagancia, color e impacto visual, pero a la vez no ha dudado en inspirarse en Michael Jackson, en sus guantes o en sus chaquetas. "No le tengo miedo a la mezcla, a la libertad, a la explosión y al reciclaje", ha comenzado Castro, que ha creado pendientes con trozos de gafas, prendas con volúmenes de Balenciaga pero hechas con alarmas de las tiendas de Berska, o chaquetas enteras también de gafas.

Pero este reciclaje no puede llamar a engaño en una colección muy rica, con abalorios bordados a mano, aplicaciones de crystallized, lentejuelas sofisticadamente cosidas, telas con pan de oro y tejidos que reflejan un lujo total por el que es habitual que apueste este creador consolidado en París que ha presentado su segunda colección en Cibeles.

La vuelta a los ochenta de TCN

La firma de Totón Comella ha aportado la frescura juvenil con pequeñas faldas y cazadoras cortas enriquecidas con aplicaciones bordadas muy reforzadas en las hombrera, en una revisión ochentera. Todo ligero, con estampados de topos, abundancia de algodón en colores que van del verde agua hasta los azules, fresas y mostaza. No faltaron los short, algunos tan cortos que se convierten en 'culottes' en una tendencia que se está imponiendo en la calle con más o menos matices.

Adolfo Domínguez, minimalista

Adolfo Domínguez ha lucido una nueva colección definida por los expertos como “Casual”, “sencillez” y “minimalismo”. Su madurez, su estilo y su recorrido marcaron una jornada llena de aplausos en donde las tonalidades sin demasiado brillo fueron las protagonistas de su versión de la moda.

Este año el diseñador no ha llegado presumiendo su teoría de la arruga del lino, sino que ha conjugado la limpieza en los juegos de volúmenes para conseguir su arte. Así, en el hombre ha destacado la ausencia de colores, brillando el blanco, el negro y el arena, mientras que para la mujer ha preparada una colección de neutros, impactando con el turquesa, el malva, frambuesa y algunos estampados.

Los 'Ego' abren Cibeles

Diferentes conceptos han agrupado este año a los 'Ego' de la pasarela Cibeles. Entre ellos ha destacado Urkía, que ha creado una 'Selva de asfalto' en un concepto de safari creando una colección urbana que combina piezas oversize y su represión con prendas más ajustadas. Por su parte Montolo se ha inspirado en algunas películas mexicanas para crear referencias iconográficas interpretadas en claves de humor, utilizando piel y punto tricot, una vez más la estrella de la colección, y a la que se suman linos y viscosas de acabados ligeramente brillantes.

El poder del psicoanálisis también se ha apoderado de la pasarela Cibeles, en donde Bohento juega con las formas y los conceptos, otorgádole a las prensas cortes que aparecen de manera espontánea, y los pliegues y pinzas crean volúmenes que se traducen en significado psicológico en bases color negro y blanco, aunque también azul y mostaza.

Våldnad también utiliza los elementos animales, pero esta vez el cuerno de un ciervo o la cabeza disecada de un pájaro se convierten en protagionistas y complementos de la colección. Pieles, algodones, sedas, plumas, colores naturales y formas orgánicas en prendas confeccionadas en patchwork y bordadas a mano lucen en los trajes.