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Los afganos acuden a las urnas pese a la amenaza de los talibanes

Karzai califica de "éxito" los comicios y la OTAN y la ONU coinciden en que la seguridad ha sido mejor de lo que se esperaba

KABUL Actualizado: Guardar
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Los afganos han acudido a las urnas desafiando las amenazas de los talibanes y pese a los numerosos ataques que han llevado a cabo en distintos puntos del país, 73 en total, según ha anunciado el presidente saliente, Hamid Karzai, que ha calificado los comicios de un "éxito". No obstante, se han producido ya denuncias respecto al procedimiento por falta de votos y problemas con la tinta indeleble con la que se marca el dedo a los votantes.

"El pueblo afgano desafió los cohetes, las bombas y la intimidación y salió a votar", ha declarado Karzai en una breve comparecencia ante la prensa tras el cierre de los colegios electorales a las 17:00 horas, una hora más de lo previsto inicialmente. "Veremos cuál es la participación, pero salieron a votar y eso es magnífico", ha subrayado Karzai, que esta mañana había hecho un llamamiento a los afganos a votar tras depositar él mismo su papeleta. Sobre los actos de violencia, ha indicado que según el Ministerio del Interior a lo largo de la jornada ha habido 73 ataques en quince de las 34 provincias del país. La CNN ha cifrado en 26 los muertos.

Tanto la ONU como la OTAN han coincidido al término de la jornada en que la seguridad ha sido mejor de lo que se esperaba. El enviado especial de la ONU para Afganistán, Kai Eide, ha destacado como lo más "positivo" el que "la situación de seguridad, en general, ha permitido a la población participar en las elecciones". Según Eide, "en general, la situación de seguridad ha sido mejor de lo que temíamos" si bien reconoció que "en aquellas partes particularmente afectadas por la situación de seguridad ha habido una participación más baja que en aquellas que tienen una situación estable".

El nuevo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, coincidía con este análisis. Tras felicitar al pueblo afgano por el "valor" que ha demostrado al ir a votar este jueves, ha admitido que "no es una sorpresa" que se hayan producido ataques y que los "enemigos de Afganistán" hayan intentado "bloquear" el proceso electoral. Sin embargo, insistía en que, en lo que se refiere a la seguridad, la situación ha sido "mucho mejor de lo que podríamos esperar". Unos 100.000 soldados de la OTAN y de EEUU se habían desplegado para tratar de garantizar un ambiente seguro.

Sin embargo, desde primera hora de la mañana se han sucedido distintos ataques, de los que han informado tanto los medios locales como los internacionales pese a la prohibición en este sentido dictada el pasado martes por el Gobierno afgano para intentar alentar el voto y que ha sido duramente criticada por todas las organizaciones de defensa de la libertad de prensa.

Boicot sangriento de los talibanes

Los colegios electorales afganos han cerrado sus puertas tras nueve horas de votación en una jornada en la que la insurgencia talibán había llamado a boicotear los comicios. El suceso más grave ha tenido lugar por la mañana en el distrito de Jadeed, situado en la provincia norteña de Baghlan, donde un grupo de insurgentes ha atacado un puesto de las fuerzas de seguridad y ha matado a un jefe policial y causado heridas a otros dos agentes.

También en el norte, en la ciudad norteña de Kunduz, capital de la provincia homónima, dos misiles han impactado cerca de un colegio electoral sin que se registraran víctimas. La explosión de una bomba ha destruido además un cuartel policial en la vecina provincia de Takhar, donde dos presuntos terroristas suicidas que intentaron irrumpir en un colegio electoral han sido arrestados.

Algo similar ha sucedido en la capital de la provincia sudoriental de Paktia, Gardez, aunque esta vez las fuerzas de seguridad han abatido a un presunto suicida que pretendía entrar en un centro de voto, según ha dicho al canal Tolo TV un portavoz del Ministerio de Defensa.

Karzai aspira a un nuevo mandato

Las de hoy han sido las segundas elecciones presidenciales desde la invasión estadounidense y la caída, a finales de 2001, del régimen de los talibanes. Karzai, que accedió al poder con el respaldo de la comunidad internacional en 2001 y fue refrendado en su cargo en las primeras elecciones presidenciales de 2004, es el gran favorito para alzarse con la victoria, según todos los sondeos, aunque no está claro que pueda superar el 50% de los votos necesarios para evitar tener que enfrentarse al segundo candidato más votado en una segunda vuelta en octubre.

Para esquivar esa posibilidad, Karzai (de la etnia pastún, mayoritaria en el país) se ha ido granjeando en los últimos meses, e incluso esta misma semana, el respaldo de importantes líderes étnicos del país y de antiguos 'señores de la guerra', entre ellos el ex gobernador de Herat y actual ministro de Energía Ismail Jan, o el ex general uzbeco Abdul Rashid Dostum. Este último, conocido por cambiar de bando en varias ocasiones, regresó el domingo al país y el lunes hizo un llamamiento claro a sus numerosos partidarios para que apoyen al actual presidente.

'Señores de las elecciones'

El apoyo de estos líderes milicianos y 'señores de la guerra' a Karzai ha suscitado las suspicacias tanto en Occidente como en la ONU, ya que se teme que tras los comicios algunos de ellos -con delitos contra los Derechos Humanos pendientes- puedan ocupar puestos clave en el Gobierno, como ya ocurrió al principio del mandato del actual presidente, aunque fueron apartados paulatinamente de estos puestos gracias a la presión internacional.

Contra Karzai también juega la corrupción reinante en el país, que no ha conseguido controlar en estos años -según Transparencia Internacional, Afganistán estaba en el puesto 176 de 180 países en 2008 en esta materia-. Para su principal rival, el ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá, la mala actuación del presidente para combatir la corrupción es una de las causas del incremento de la insurgencia.

Aunque Karzai ha reconocido la gravedad del problema, la última vez en el debate del pasado domingo con algunos de sus rivales, no ha formulado soluciones claras para resolverlo. Por ello, otro de sus contrincantes, el ex ministro de Finanzas Ashraf Ghani, ha advertido que la corrupción es un cáncer para Afganistán que se encuentra ya en fase de metástasis y se está "comiendo a la sociedad".

Hasta el día 3 de septiembre no se conocerán los resultados provisionales, que serán definitivos el día 17.