Los obreros nivelan las alcantarillas. / M. A. G.
PUERTO REAL

Los comerciantes de la Ribera del Muelle temen que el nuevo asfaltado agrave las inundaciones en la zona

La misma empresa responsable de la pavimentación de la calle está nivelando las alcantarillas

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Los comerciantes y los vecinos de la calle Ribera del Muelle de Puerto Real temen que tras la obra de asfaltado de la calzada, que comenzó en la madrugada del pasado viernes, se anule el sistema de alcantarillado de la zona, que queda rebosado cada vez que hay fuertes precipitaciones.

«Faltan alcantarillas y salidas de agua, cuando llueve todo se inunda y nos afecta negativamente porque perdemos clientela», comenta una joven trabajadora de Pastelistos de Belén, a la que le preocupa que con la subida del pavimentado aún sea más problemático el desagüe de las aguas que se estancan por las lluvias.

«El problema es que no tenemos una salida directa al mar o a cualquier depósito general y las rejillas son escasas» dicen en el restaurante La Marina, donde también se quejan de estas perjudiciales inundaciones. «Además somos nosotros los que tenemos que llamar y pagar a empresas para que limpien y acondicionen nuestros negocios cuando el agua llega hasta aquí». En el mismo lugar se lamentan del modo en que se realizó el pavimentado, en una noche muy cercana al fin de semana, justo cuando más beneficios dervidados del turismo se obtienen.

La misma empresa que se encargó del asfaltado de Ribera del Muelle, Manuel Alba, se está encargado de nivelar las rejillas de las alcantarillas con la nueva altura que ha adquirido la calzada tras el revestimiento.

Pasos de peatones

Pero ésta no es la única queja de los residentes. A principios de mes, los pasos de cebra de la zona quedaron pintados y arreglados pero, a los pocos días, se asfaltó la zona y los pasos de peatones volvieron a quedar sin pintar, de modo que consideran que se trata de un despilfarro «en una época de crisis económica» y denuncian la «falta de planificación que ha mostrado el Ayuntammiento en este sentido».

Los que sí notarán un alivio cuando pasen por esta zona de la ciudad serán los conductores, ya que al elevarse la calzada, los badenes para limitar la velocidad de los vehículos han disminuido de altura.