Una carrera presidencial bañada en sangre

La carrera por la presidencia de Afganistán de los 36 candidatos discurre en paralelo con la carrera mortal de la insurgencia antes de la cita con las urnas. Al menos diez civiles perdieron la vida y otros cinco resultaron heridos ayer tras la explosión de un coche bomba en el distrito de Maiwand, al sur de la provincia de Kandahar. Isaf, la misión de OTAN en Afganistán, informó también del fallecimiento de tres soldados americanos tras las heridas sufridas en distintos incidentes producidos en los últimos tres días al sur del país.

La llamada al boicot por parte de los talibanes se traduce en el aumento de los ataques. El portavoz presidencial, Humayun Hamidzada, destacó que el plan de seguridad para el día 20 ya está en marcha y detalló que «94 de los 6.500 centros electorales» siguen en situación complicada, pero se están «haciendo esfuerzos» para que todo funcione el día de la votación gracias al papel de las fuerzas de seguridad.

Pese al clima de violencia, Hamed Karzai hizo un llamamiento a la «participación masiva» y se dirigió especialmente a los más jóvenes. Karzai recordó que «hace siete años apenas 4.000 jóvenes estaban en la Universidad, todos hombres, y hoy tenemos 70.000, el 25% mujeres».