«Nueva Rumasa ha adquirido Caydsa en unas condiciones de común acuerdo»

La cooperativa del campo Virgen de la Caridad de Sanlúcar salió ayer en defensa de los acuerdos alcanzados con Nueva Rumasa, tras las declaraciones efectuadas el día anterior por la gerente de Aecovi, Carmen Romero. Romero había criticado la demagogia de la organización COAG y la había acusado de «representar los intereses de una bodega (en referencia a Caydsa) que está atada a un contrato de 20 años con una bodega que ni siquiera forma parte de Fedejerez (Nueva Rumasa)».

En primer lugar, Virgen de la Caridad deja claro que «Nueva Rumasa ha adquirido de esta cooperativa su bodega Caydsa en unas condiciones determinadas por común acuerdo».

En segundo lugar, precisa que «dentro de estos acuerdos está la adquisición de 10.000 botas anuales de mosto producidas por nuestra cooperativa durante 25 años».

Respecto a los precios acordados de venta para cada campaña «se rigen por los acuerdos sectoriales y en su defecto por los mayores del sector».

En concreto, para la campaña pasada, «nuestros mostos están vendidos en su totalidad y la mala gestión de la señora Romero ha hecho descalificar los de sus representados y venderlos fuera de la Denominación de Origen a precios ridículos».

En cuarto lugar, recuerdan que «el acuerdo garantiza de por vida el mantenimiento de los viñedos de nuestros socios cooperativistas». Destacan también que en este acuerdo, «nuestra cooperativa tiene libertad de venta si recibiese mejor oferta de cualquiera de las bodegas del Marco y Nueva Rumasa no lo igualase».

A todo ello hay que sumar que «por hacer un poco de historia y dar una visión real de las relaciones comerciales entre nuestras empresas, queremos significar que en los últimos cinco años hemos cerrado operaciones por más de 45.000 botas de mosto, dando muestras Don José María Ruiz-Mateos se su decidido apoyo a todas las bases sociales y productores del sector».

Por último, resaltan que «nuestro compromiso en defender a nuestros agricultores se hace extensivo a todos los productores cooperativos del sector, y seguiremos luchando por un futuro en el que la opción dada por Fedejerez, Asaja y Aecovi no sea la ruina del viticultor y borrarlos de nuestra zona con el arranque».

Hay que recordar que hace alrededor de una semana y después de que la asamblea de cooperativistas (y propietarios) diera su visto bueno, se anunciaba lo que ya era un secreto a voces en el Marco de Jerez: Nueva Rumasa, la empresa propiedad de la familia Ruiz-Mateos, había adquirido la bodega sanluqueña Caydsa a sus dueños, los miembros de la cooperativa Virgen de la Caridad.

La operación, que se ha cifrado en unos 12 millones de euros, implica que Nueva Rumasa compre el 100% de las acciones de esta bodega inscrita en los Consejos Reguladores del Vino, Brandy y Vinagre de Jerez.

Esta adquisición incluye hacerse con la propiedad de los inmuebles, existencias y marcas (Bajo Guía, Sanluqueña, Cayd, Laureado, Solera 1888, etc.) de Caydsa. Es decir, con los más de 13.000 metros cuadrados de superficie de la bodega -ubicada en el Barrio Alto de Sanlúcar, fundada en el año 1803 y que los cooperativistas compraron en 1980-, y unas 7.500 botas de caldos de la Denominación.

Por su parte, los socios de Virgen de la Caridad mantienen la propiedad de los casi 16.000 metros cuadrados de la cooperativa (lagares, maquinaria, etc.), con capacidad para unas 25.000 botas de mosto, así como de una pequeña bodega de crianza con unas 7.500 botas. Además, uno de los compromisos de Nueva Rumasa con esta operación es el de mantener a todo el personal de la bodega, que actualmente son unos 15 empleados fijos y otros tres a tiempo parcial. Además, se comprará la producción de los cooperativistas durante 25 años.

Ahora, y tras las críticas de Aecovi, la cooperativa Virgen de la Caridad, que cuenta con el respaldo de Nueva Rumasa, no ha querido perder la oportunidad de defenderse, así como recordar las ventajas del acuerdo alcanzado hace una semana para la venta de la bodega.