Los clubes gaditanos dejan una huella imborrable

Cinco días de frenética competición han servido para calibrar el estado de salud de la natación gaditana. Y, sin lugar a dudas, el corazón de este deporte late cada vez con más fuerza en la provincia.

La prueba más clara está en la actuación de los nadadores del CN Cádiz sobre las piscinas Bernardo Picornell de Barcelona. En dicho lugar, los jóvenes deportistas gaditanos han dejado un huella imborrable, tal y como indica su séptima posición en la tabla clasificatoria masculina. Un excelente bagaje que le coloca como la entidad andaluza más laureada.

Pero el verdadero éxito se encuentra en las medallas cosechadas por el equipo. Por una parte, las logradas en conjunto, ya que el CN Cádiz se hizo acreedor de una medalla de bronce en el 4x100 libre masculino y otra de plata en el 4x100 estilos masculino. En ambas competiciones, Matthew McManemy, Antonio José Luque y Ricardo Vallejo fueron piezas indispensables. Eso sí, en la primera de ellas estuvieron acompañados por Carlos Sanz, mientras que Carlos Mougan hizo lo propio en la segunda.

El gran triunfador

Matthew McManemy se ha convertido en la auténtica sensación del campeonato. No en vano, a sus dos medallas con el resto del equipo hay que sumarle dos preseas más. La plata lograda en los 200 metros espalda y el oro compartido con Ricardo Maestro (Stadium Venecia) ponen el broche a una actuación realmente magistral.

Del resto de clubes gaditanos, cabe señalar la actuación de Alejandra Ordóñez (CN Portuense) y Blas Ramírez (CN San Fernando), que lograba el bronce en 200 mariposa.