SAN FERNANDO

Los afectados de Aifos acudirán a un concurso de acreedores

Los propietarios del segundo bloque exigirán la devolución el dinero que invirtieron

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En prácticamente dos semanas la promoción de viviendas de Ronda del Estero, desarrollada por Aifos, ha sufrido dos golpes que pueden ser decisivos para que sus propietarios consigan o pierdan sus pisos de manera definitiva. Si la semana pasada uno de los afectados lograba arrebatar a la empresa (que está envuelta en el caso Malaya) el primer bloque al no presentarse nadie a la subasta del bien que él mismo embargó, ahora es el anuncio de la entrada de la inmobiliaria en concurso voluntario de acreedores (con un pasivo superior a los 1.000 millones de euros y unos 2.000 acreedores) la que remueve la incertidumbre de los afectados.

Eso sí, tienen una cosa clara: que se presentarán también como parte implicada en el proceso reclamando bien su dinero, bien su vivienda. Hasta ayer todas las miradas estaban puestas en las negociaciones que Benito González, actual propietario del primer bloque, está manteniendo tanto con la empresa como con la entidad bancaria de la que depende la actuación y a la que se le adeudan más de 22 millones de euros.

Ahora, desde la asociación de afectados Cala del Sol (Acasol), se considera imprescindible que tales encuentros se agilicen para que la propiedad sea cedida al banco antes de que se inicie un concurso que podría paralizar de nuevo la actuación. Aunque, en esta ocasión parten con la ventaja de que el juez tendría bastante complicado anular la subasta, pues el procedimiento se ha efectuado antes de la petición voluntaria de la empresa al concurso de acreedores, siendo un trámite legal el que así lo ha estipulado y no un acuerdo privado.

El acuerdo podría materializarse en los próximos días y consistiría en que González cediera el terreno, una vez solventadas sus pretensiones económicas, a la entidad bancaria que negociaría con cada afectado las condiciones de la hipoteca y el incremento para la conclusión de los trabajos, con el fin de poder realizar la entrega de las viviendas, de forma que todos vean solventadas sus pretensiones, si bien los perjudicados vuelven a ser los propietarios, ya que tendrían que pagar unos 30.000 euros más de lo acordado para la obtención de los pisos.

Más complicada es la situación del segundo bloque, pues está mucho más retrasado que el que se subastó recientemente. De hecho, son muchos los propietarios que se han concienciado de la imposibilidad de lograr el piso, por lo que ya reclaman la devolución de su dinero. Mientras que los afectados del primer bloque acudirán al concurso reclamando su vivienda, la mejor opción para el resto de perjudicados es la solicitud del dinero, ya que al edificio le queda aún un año de trabajos como mínimo para la ejecución de la obra. Aun así, es bastante probable que sea la entidad financiera la que se quede con la propiedad y la que decida finalmente qué es lo que ocurre con ella.