La paz regresa a Porvera

Tras seis meses de pérdidas económicas, despidos laborales y enfados por el caos circulatorio y la reordenación de las líneas de autobuses, los usuarios de la calle Porvera respiran aliviados al saber que tan sólo les queda un mes de suplicio. La emblemática vía volverá a lucir como antes (con alguna salvedad) y comerciantes, padres y madres de alumnos del colegio San José y jerezanos de a pie disfrutarán nuevamente de una calle llena de vida, de bullicio comercial y de la chispa que parecía haber perdido en los últimos tiempos.

Todos se muestran contentos con la noticia, aunque coinciden en afirmar que los daños ocasionados por la inclusión del carril bus, con la doble direccionalidad y la retirada de aparcamientos serán difíciles de resarcir en un futuro. A pesar de ello, el ambiente que se respiraba en Porvera estos días tras la resaca del anuncio municipal no dejaba lugar a dudas. «Esto es lo mejor que han podido hacer -sentenciaba un ciudadano-, aunque lo de la Zona Naranja no me gusta nada».

Éste es precisamente uno de los pocos puntos de fricción de la medida, ya que el Ayuntamiento ampliará el número de estacionamientos hasta llegar a 70, colocados a ambos lados de la vía pero, eso sí, con la controvertida tarifa naranja. Ello implica que los conductores podrán aparcar por un periodo máximo de media hora, algo que reduce con mucho las posibilidades de los que trabajen por la zona o quieran disfrutar de una jornada de compras, por ejemplo.

Además, otra de las consideraciones contra este tipo de abono es la de que, en la práctica, las personas que acudan con prisas a adquirir algo en establecimientos como la farmacia, no van a molestarse en conseguir cambio y pagar un ticket de cinco o diez minutos, como apuntaron en su momento muchos de los usuarios. Otra de las cosas que ponían en tela de juicio desde la papelería Tecnipapel es el hecho de que se estacione a ambos lados de la calle, lo que imposibilita la polémica doble fila que tanto ha beneficiado a los comercios.

Con todo, los afectados se mostraban esperanzados de que esta casi vuelta a la normalidad les haga recuperar la clientela que han ido perdiendo a lo largo de los últimos seis meses. Otro usuario confesaba que nunca entendió la habilitación del carril bus, argumentando que se trata de algo de lo que sólo disfrutan unos pocos, en detrimento del resto de conductores, a los que ha perjudicado la bidireccionalidad de la vía. Como el Ayuntamiento ha reconocido con posterioridad, tampoco el experimento ha dado los resultados esperados en cuanto al transporte urbano, puesto que las nuevas líneas y los itinerarios alternativos no han tenido la aceptación que se preveía.

Los demás comerciantes de Porvera también se mostraron de acuerdo con lo que no deja de ser la marcha atrás de una decisión municipal, si bien coincidieron en vaticinar, especialmente en el caso de la farmacia, que será muy complicado volver al nivel de ingresos, lamentando que el cese en los contratos de varios compañeros por el descenso en las ventas no haya servido para nada.