Niega estar interesado en el Xerez. / LA VOZ
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El sudoku de la venta

Varias informaciones vinculan a Ramón Calderón con uno de los grupos interesados en comprar el club, aunque él lo niega

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Lo que faltaba para complicar aún más un culebrón cuyo hilo argumental hace tiempo que la mayoría de mortales dieron por imposible de seguir: el diario Marca aseguraba ayer en su portada que Ramón Calderón está vinculado al grupo STX Global Services que quiere comprar el Xerez. Y, claro, la noticia corrió como la pólvora por la ciudad causando un revuelo más que considerable.

El propio ex presidente del Real Madrid, sin embargo, lo negaba tajantemente a LA VOZ: «Nunca me he planteado ni tan siquiera la posibilidad de comprar el Xerez, ni tengo nada que ver con ese grupo que dicen que está negociando». «¿Cómo voy a comprar yo si sé del Xerez lo mismo que puedo saber de un club de Pakistán? Además, no dispongo del dinero necesario», añadía.

Calderón considera que la información, «como otras muchas publicadas anteriomente», sólo buscan dañar su imagen y argumenta que hace tiempo que se inició una campaña mediática en su contra. E insiste en que ni conoce al dueño del Xerez - «sólo sé que se llama Joaquín, Joaquín no sé qué», apostilla- ni a ningún responsable de STX Global Services. Sí dice conocer a Luis Oliver, ex propietario del club azulino en la etapa de Schuster y al que se vincula también con esta empresa interesada en adquirir ahora la entidad xerecista: «Le he visto sólo una vez. Fue el año pasado en Ibiza. Estaba yo tomando un café, se me acercó y se presentó. Me dijo que era el que había traído a Schuster a España y me dijo que tenía un buen entrenador. Y nada más. No he vuelto a hablar con él desde entonces. Ni sé qué hace ni dónde está».

A pesar de todo, Ramón Calderón asegura alegrarse de los éxitos deportivos del Xerez: «He ido muchas veces a Jerez, sobre todo a la Feria, y creo que se merece estar en Pimera, tanto por la ciudad como por el equipo y por la afición, que también es estupenda, como ha quedado más que demostrado».

Dejando las loas a un lado, el ex mandatario merengue ha querido de esta manera zanjar las especulaciones sobre su posible aterrizaje, aunque fuese en la sombra, en el club azulino. Pero no está claro que lo haya logrado, porque las mismas continuaban ayer y diferentes fuentes consultadas por este medio insistían en que Calderón está, «de una manera u otra», con el grupo STX Global Services, liderado por el empresario Fernando Rodríguez de Rivera, en esta operación. Señalaban también que, aunque no le acaba de convencer del todo, «es en estos momentos la opción que menos disgusta Joaquín Morales» y que preferiría vendérselo a ellos antes que al grupo de José Antonio Camúñez, también interesado en adquirir el Xerez y tras el cual sitúan a González de Caldas, ex presidente del Sevilla.

El sudoku en el que se ha convertido la venta del club azulino se confirma, por tanto, como de los complicados. Sólo Morales es capaz de resolverlo. Es al menos quien tiene la última palabra.