Sociedad

Tesoros de tinta y papel

Las ediciones de lujo se abren hueco en el mercado del libro con tiradas reducidas y precios medios por encima de los 3.000 euros

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Quien tiene un buen libro, tiene un tesoro. Si el ejemplar en cuestión ofrece también impecables ilustraciones y una encuadernación de lujo, el valor deja de ser sólo sentimental; el volumen pasa entonces a convertirse en una inversión artística. Algunas editoriales han visto un filón en esas tiradas de autor; es el caso de Planeta, que acaba de presentar una edición de lujo con un buen número de escritos que Eduardo Chillida realizó a lo largo de su vida acompañados de sesenta obras gráficas del artista guipuzcoano. Su precio alcanza los 2.950 euros. Está previsto que únicamente se vendan 2.998 copias, cada una de ellas compuesta por tres tomos guardados con celo en un estuche de hierro y cristal. Vamos, un tesoro sólo al alcance de aquellos amantes del arte de papel que puedan permitirse un gasto de grueso calibre.

Es poco probable o prácticamente imposible encontrarse con una de esas obras de arte en las librerías actuales, más que nada porque no van dirigidas al mismo público. Eduardo Chillida. Sobre lo que no sé -como se titula el libro de lujo dedicado al genial escultor-, por ejemplo, es el último número de una colección de ediciones de alto standing de Planeta que incluye piezas de artistas de la talla de Rembrandt, Goya, Picasso y Dalí. Hay miles de ejemplares similares, aunque casi todos están en manos de coleccionistas o instituciones. Raro es encontrarse con falsificaciones; su protección llega hasta el punto de que las editoriales se guardan las espaldas con un acta notarial que recoge el número de cada copia.

La moda de crear volúmenes únicos viene de lejos y, hasta hace poco, se limitaba a algunos artesanos que reproducían manuscritos miniados, códices o mapas antiquísimos con la máxima perfección. «Son copias milimétricas de obras que muchas veces ni siquiera se muestran en los museos», describe Olga Marchal, portavoz de la autoproclamada «empresa europea más importante» del segmento: M. Moleiro Editor. Los encargos le llegan de todo el mundo y parece que la peculiar fórmula tiene éxito. Quizás por eso, las empresas dedicadas al mundillo se ha incrementado en los últimos tiempos. Los expertos cuentan que «sólo doce de ellas» llevan más de una década dedicadas íntegramente al asunto... ¡En todo el planeta!

Incluso la televisiva doctora Elena Ochoa se ha adentrado en el negocio de los libros de lujo, aunque en su caso de la mano de artistas contemporáneos. Nada de clásicos. La esposa del arquitecto Norman Foster aparcó recientemente su exitosa carrera como psicóloga y sexóloga para poner en marcha Ivorypress -prensa de marfil-, una editorial que suele organizar exposiciones para dar a conocer sus creaciones. Curioso, ¿no?

La primera maravilla encuadernada de Ochoa fue precisamente un libro sobre Chillida, cuyo peso superaba los 32 kilos y costaba la friolera de 37.000 euros. La tirada era mínima, de apenas 200 ejemplares. Es habitual que el precio vaya en consonancia con el número de copias, como relatan los propios editores. «Si salen al mercado miles de libro de una edición de lujo, su coste baja. Y al revés. Es una ley no escrita», coinciden en Ivorypress y CM Editores.

Trampas publicitarias

Ciertas editoriales ofrecen como libros de lujo algunas piezas que cuestan apenas 40 o 100 euros, lo que no se corresponde con la realidad pese a tratarse de obras especiales o con tapas espectaculares. ¿Por qué? La respuesta es bien sencilla: no son piezas únicas y en muchos casos pueden encontrarse sin problemas en las librerías. Un buen ejemplo es Diamonds & Pearls, publicado por los afamados diseñadores italianos Dolce & Gabbana y que está protagonizado por una colección de vestidos más cercanos a la joya que a la prenda. Se ofrece como «un conjunto de imágenes, acompañadas por textos que muestran nuestra concepción de la belleza y la moda en términos absolutos». Arte sí, pero no se corresponde con el concepto de lujo.

Según reflejan los datos de la Federación de Editores de España, ese tipo de libros publicitados como de lujo pese a no serlo van dirigidos al público en general y suelen tener éxito en Navidad. Los reproducidos por Ivorypress o Moleiro, no. Se venden casi inmediatamente después de publicarse y, en ocasiones, los compradores se interesan por los ejemplares incluso antes de que salgan al mercado de forma oficial. «La clientela es bastante fiel; siempre repite», alegan en las editoriales para explicar el fenómeno.

Siempre hay quien tiene el ojo puesto en sacar tajada en el futuro, aunque los expertos creen que «son unas pocas personas». Pero como las meigas gallegas, haberlas haylas. Para muestra, un botón. En eBay se puede leer en las últimas semanas un anuncio en el que un usuario subasta una edición especial de Tauromaquia de Goya editada por Planeta y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El precio de salida asciende a 8.000 euros, cuanto en su día el coste seguramente fuera simbólico. De hecho, el libro data de 1816 y únicamente existen 998 ejemplares en todo el mundo. Puede considerarse una obra de arte.