MUNDO

Médicos alemanes autorizan que se juzgue al criminal nazi capturado en Estados Unidos

| CORRESPONSAL. BERLÍN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La justicia alemana comenzó a prepararse ayer para llevar a cabo, quizás el último gran juicio contra un presunto criminal nazi. El proceso tendrá lugar justo después de que un grupo de médicos declarase físicamente apto para ser juzgado al supuesto verdugo de Sobibor, John Demjanjuk. El anciano de 89 años es acusado por la fiscalía de Munich de participar en el asesinato de 29.000 judíos cuando ejerció como guardián de ese campo de exterminio.

Según la fiscalía bávara, los peritos médicos determinaron que cada vista del proceso tendrá que limitarse a dos sesiones de no más de 90 minutos. La acusación formal será presentada este mes y se espera que el juicio comience en el otoño.

Los preparativos para el juicio contra Demjanjuk se pusieron en marcha cuando fue extraditado por la justicia de Estados Unidos el pasado 12 de mayo. Su precario estado de salud obligó a las autoridades a utilizar una ambulancia para trasladarlo a la cárcel. Después de ser sometido a un examen médico, los peritos declararon que gozaba de buena salud y que podía seguir en prisión.

Guardián en Sobibor

La justicia alemana le acusó el pasado marzo a Demjanjuk de ser cómplice del asesinato de 29.000 prisioneros judíos. La principal prueba para procesarle fue un documento reconocido por la justicia como auténtico que identificaba al anciano como guardián en Sobibor.

Pero Demjanjuk siempre ha negado su presunta colaboración con las SS. Tampoco reconoce haber formado parte de los 'trawniki', un pequeño y temido ejército de voluntarios que decidieron convertirse en guardianes de los campos de concentración. «Yo fui prisionero de los nazis hasta 1944»

El anciano emigró a EE UU después de hacerse pasar como una víctima del nazismo. Allí vivió sin problemas hasta que la justicia americana en 1977 abrió una investigación, alertada por el centro Simon Wiesenthal. El grupo lo identificaba como 'Ivan el Terrible', un sádico guardián del campo de concentración de Treblinka. En 1986 fue extraditado a Israel, donde fue condenado a muerte por complicidad en el asesinato de 800.000 judíos.

Años después el Tribunal Supremo anuló la sentencia al comprobarse que no se trataba de 'Ivan' el Terrible'. Regresó a EE UU como un hombre libre.