Un guardia civil tapa a los inmigrantes con una manta en la imagen de la izquierda; a la derecha una de las madres recibe a su hijo pequeño. / EFE
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Auxilian en Tarifa a una patera donde iban ocho bebés y medio centenar de adultos

Los inmigrantes pidieron ayuda, vía telefónica, al perder el rumbo en alta mar y tener poca visibilidad por la niebla

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En agosto de 2005, una patera que tocó tierra en Bolonia acaparó toda la atención mediática. Entre sus ocupantes había diez bebés y una mujer embarazada. Los más veteranos en las labores de rescate de inmigrantes no recordaban un contingente de neonatos tan elevado. Ayer se rozó esa cifra, cuando aún está fresco el recuerdo de la barcaza que naufragó el lunes cerca del Faro de Trafalgar y sigue el mar escupiendo cuerpos a la orilla. Esta vez no hubo que lamentar tragedias, más allá del drama que supone jugarse la vida en el mar.

La patera interceptada ayer fue descubierta por los propios ocupantes, que alertaron por teléfono móvil de que estaban en peligro. Habían zarpado de Marruecos a las tres de la mañana y habían perdido el rumbo.

A primera hora de la mañana se montaba un nuevo dispositivo de búsqueda casi a ciegas, porque los inmigrantes no sabían indicar su posición en el mar. No era la única complicación, la niebla no dejaba ver a varios metros de distancia, pero finalmente fue localizada la nave curiosamente en la misma ruta que siguió la que arribó a Bolonia en 2005 cargada de bebés. A siete millas al sur de esa zona tarifeña, la Salvamar Alkhaid, de la sociedad dependiente de Fomento, podía rescatar a los 'sin papeles'. Al descubrir quiénes componían el pasaje de la maltrecha embarcación, a los miembros del dispositivo de emergencia se les volvió a encoger el alma: 32 varones, 17 mujeres -una de ellas embarazada de siete meses- y ocho bebés. En total, 57 'sin papeles' de origen subsahariano. De la patera fueron subidos a la embarcación de auxilio, que los trasladó al puerto de Tarifa, donde ya los esperaban los voluntarios de la Cruz Roja y miembros de la Guardia Civil.

De todos los rescatados, tan sólo necesitaron ser trasladados a un centro de salud la mujer embarazada y un varón, con síntomas de hipotermia. Desde Cruz Roja confirmaron que la joven fue llevada al ambulatorio, siguiendo un protocolo dado su estado de gestación.

Limbo legal

A diferencia de los inmigrantes marroquíes que se salvaron del naufragio del lunes y que ya han sido repatriados a su país, en el caso de los subsaharianos la falta de acuerdos con los países emisores, que en muchos casos ni los reconocen como ciudadanos suyos, los aboca a un limbo legal. Durante un periodo de tiempo estarán en el centro de internamiento de Algeciras, para quedar posteriormente en suelo español sin papeles.

El buen estado de los bebés les dejaba sonreír a sus madres. Como recordaban ayer algunos de los que trabajan a pie de playa, están convencidas que sus hijos son la garantía de que no serán expulsadas.

Cuando en 2005 llegaron varias pateras con bebés, se supo que las mafias de la inmigración habían conseguido vídeos sobre los centros de menores de la Junta de Andalucía. La Gendarmería marroquí había interceptado varias de esas grabaciones que son utilizadas para convencer a las madres de que se embarquen con sus bebés. De los testimonios de mujeres embarazadas, también se supo que muchas son forzadas a quedarse en estado por los propios traficantes, en la creencia de que así tendrán asegurado un hueco en Europa.

stubio@lavozdigital.es