Bahia permanece ingresada en un hospital del Moroni. / AFP
MUNDO

El milagro de 'Esperanza'

La niña de 13 años que sobrevivió al accidente del Airbus caído al Índico resistió hasta su rescate aferrada a un trozo de fuselaje y rodeada de cadáveres

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No sabía nadar. Con una clavícula fracturada, pasó varias horas agarrada a un trozo del fuselaje del avión. En la oscuridad. Sin chaleco salvavidas. El mar estaba agitado y, probablemente, plagado de tiburones. A su alrededor flotaban decenas de cadáveres, que, con el paso de las horas, se fueron dispersando con las olas. Pero Bahia Bakari, de 13 años, se aferró fuertemente a su improvisada balsa hasta que fue encontrada por una patrulla comorense, ya inconsciente. Bahia, su nombre, significa esperanza.

La niña salió despedida del avión que el martes se estrelló en el océano Índico cerca de las islas Comoras. Fue la única superviviente de las 153 personas que viajaban a bordo del vuelo IY626 de Yemenia Airlines. Entre ellas, la madre de Bahia. La pequeña, nacida en Francia aunque de origen comorense, fue trasladada a un hospital de Moroni, la capital del país insular, donde se recupera. Su padre, Kassim Bakari, relató a varias emisoras de radio francesas que su hija se encuentra bien y que, al parecer, tan sólo ha sufrido algunas quemaduras leves y una fractura de clavícula. El padre se había quedado en el suburbio parisino en el que reside la familia con sus otros tres hijos, de 10, 8 y 3 años. Ayer consiguió hablar con Bahia por teléfono.

Según el relato de la pequeña, otras personas podrían haber sobrevivido en un primer momento al accidente, aunque, con el paso de las horas, disminuye la esperanza de encontrar a más pasajeros con vida. «Papá, el avión cayó al agua y pude oír a gente hablando a mi alrededor, pero todo estaba oscuro y no veía nada», contó por teléfono.

Cuando los equipos de rescate la encontraron, la pequeña estaba tan debilitada que no pudo agarrarse a un salvavidas que le lanzaron desde el barco. «Temblaba. La abrigamos con varias mantas y le dimos agua caliente azucarada», relató a la radio francesa Europe 1 un miembro de la patrulla, que se lanzó al agua para rescatarla.

Bahia lloró y preguntó por su madre. Aún no sabe que no sobrevivió. «Para no traumatizarla se le ha dicho que está en otra habitación del hospital», reconoció Kassim Bakari a la emisora gala RTL.

Cambio de aparato

Los pasajeros del vuelo IY626 procedían del aeropuerto Charles de Gaulle en París y llegaron a Saná, la capital yemení, a bordo de un Airbus A330. Allí cambiaron a un A310, también de la misma constructora aeronáutica, pero un modelo más antiguo. Al parecer, el aparato, fabricado hace dos décadas, tenía prohibido sobrevolar suelo francés al habérsele detectado «varios fallos», afirmó el ministro de Transportes de París, Dominique Bussereau, a la agencia AP.

La confusión reinó durante todo el día de ayer sobre varios detalles del accidente, entre ellos, la aparición de las cajas negras. Por la mañana, Bussereau aseguró que una de ellas había sido localizada, información desmentida por las autoridades comorenses. Más tarde, miembros del Ejército francés corroboraron que la señal que se había detectado procedía de una baliza de socorro de la aeronave.

El número de supervivientes también causó dudas. Desde Yemen, el presidente de la aerolínea, Abdeljaleq al-Qadi, aseguró que un niño de 5 años había sido rescatado del mar. Luego rectificó y anunció que se trataba de Bahia Kassim.

La Comisión Europea ha propuesto crear una lista negra mundial de compañías aéreas poco seguras, como la que ya funciona en la UE. Yemenia Airlines no figuraba, no obstante, en esta relación, aunque Bruselas ha pedido a la compañía que comparezca de forma urgente ante el comité europeo de seguridad aérea para aclarar los detalles del siniestro.