ANDALUCÍA

Condenado a 15 años por intentar matar a hachazos a su mujer y a su hijastra porque discutían

El hombre las recriminó por sus continuas peleas, diciéndoles que ya estaba «harto» y la emprendió a golpes con ambas

| MÁLAGA Actualizado: Guardar
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Llegó a su casa del trabajo y se encontró a su mujer y la hija de ésta discutiendo en la cocina. El hombre les recriminó que discutieran continuamente y les dijo: «Ya estoy harto; me vais a amargar. Ha llegado el momento». Las dos mujeres no dieron mayor importancia al comentario y continuaron discutiendo en el dormitorio de la joven. Acto seguido él cogió un hacha de mano que guardaba en la mesilla de noche y se lió a golpes con ambas. Madre e hija, malheridas, consiguieron huir del domicilio. Hora y media después el hombre se entregó y reveló también a la policía que guardaba un revólver en un armario de su casa.

El procesado ha sido condenado ahora por la Audiencia Provincial de Málaga a 15 años de cárcel por dos intentos de homicidio y un delito de tenencia ilícita de armas y a pagar 41.200 euros de indemnización a su hijastra por las heridas que le ocasionó y las secuelas que le han provocado. El tribunal ha rebajado la pena al considerar un atenuante su confesión, pero rechaza que el hombre, de 63 años, sufriera «un arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad semejante».

Los hechos ocurrieron el 8 de octubre de 2007 en el domicilio familiar donde el hombre convivía con su mujer y su hija de 11 años, además de con su hijastra, de 21 años, y la hija de ésta de cinco.

Cuando el procesado llegó del trabajo sobre las nueve de la mañana se encontró a su mujer y a su hijastra discutiendo en la cocina. Él entonces les recriminó porque sus discusiones eran continuas y les advirtió: «Ya estoy harto; me vais a amargar. Ha llegado la hora».

Las dos mujeres no dieron mayor importancia a sus palabras. La joven se dirigió a su dormitorio seguida de su madre. Y allí continuaron la pelea.

Decidido a cumplir su anuncio recién hecho, el acusado fue hasta su dormitorio y sacó de la mesilla de noche un hacha de mano. La empuñó y, resuelto a acabar con la vida de ambas, se dirigió hasta el cuarto de la joven. Allí trató de darle un hachazo a ésta en la cabeza pero su mujer se interpuso en su camino y recibió un golpe en el brazo. El hombre la empujó y fue entonces a por la chica y, al tiempo que le decía «te mato», la hirió primero en el brazo y luego en el pecho. No obstante, la joven forcejeó con él para arrebatarle el arma, pero no pudo impedir que le diera otro hachazo en el rostro.

Confesión en la comisaría

Su mujer, creyendo que había matado a su hija, corrió hasta el salón y pidió auxilio por la ventana, mientras la joven huía a la calle. Al escuchar los gritos de su compañera, el procesado trató de impedirlo y le propinó un hachazo más en el costado. La mujer pese a estar herida también consiguió finalmente huir.

Una hora y media después del suceso, el hombre se presentó en la comisaría y confesó lo sucedido al policía que estaba de servicio al que, además, reveló que tenía un revólver oculto en un armario.

Además de la pena de prisión, la sentencia impone al condenado una orden de alejamiento de las víctimas durante ocho años.