Caos. Ejemplo de cómo la edificación irregular convive con los impuestos municipales y la rotulación de viales sin urbanizar. / La Voz
CHICLANA

Una ciudad con puertas en el campo

Pago del Humo, Batería Colorada o Pago Melilla albergan buena parte de las viviendas construidas al margen del planeamiento urbanístico de la localidad

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Si uno busca el Camino de la Fusta en el callejero oficial de la web del Ayuntamiento de Chiclana no encuentra nada. Este camino, ubicado en Pago Melilla, es uno de los cientos de carriles surgidos al amparo del descontrol urbanístico en los últimos años.

La proliferación de las viviendas irregulares, que superan las 20.000 en todo el término, y las dificultades para mantener al día las sanciones y la disciplina por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo han convertido al extrarradio en un auténtico laberinto de difícil solución. El ex-concejal de Urbanismo, José Pedro Butrón, es el mayor crítico con la situación de «desorden urbanístico y falta de modelo de ciudad que tenemos en Chiclana». Él asegura que «somos la población de España y yo diría que de Europa con más viviendas ilegales». Y razón no le falta. En zonas como Pago del Humo, Batería Colorada o Pago Melilla se asientan cientos de inmuebles levantados sin control. La postura oficial del Ayuntamiento es ahora diferente a la de hace unos años. «Ha habido un cambio en el modo de actuación de fiscales, juzgados y el Estado», asegura la actual edil del área, la socialista Cándida Verdier.

Pero quizá sea tarde. En Chiclana, como por ejemplo en el citado Camino de la Fusta, se han levantado vallas para cerrar carriles (públicos), que dan privacidad a los vecinos pero que impiden el libre tránsito de peatones y ejemplifican el desorden existente.

Para colmo, allí se encuentra la segunda vivienda ilegal que está condenada a ser derribada en el municipio, y que incluso ya tiene orden judicial firme. Muchos chiclaneros se preguntan ya si es justo que caiga esta casa y queden en pie las demás; la mayoría se incluyen en la regularización de 18 millones de metros que el Consistorio lleva años anunciando pero que no termina de iniciar.