Las siete 'gencias tribales"'de Pakistán, todas fronterizas con Afganistán excepto una, comparten una historia de subdesarrollo y desatención por parte de las autoridades. / Reuters
y 65 heridos

Los enfrentamientos entre chiíes y suníes dejan al menos 33 muertos en el noroeste de Pakistán

Durante los choques entre etnias registrados en los tres últimos días

ISLAMABAD Actualizado: Guardar
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Al menos 33 personas han muerto y 65 han resultado heridas en los enfrentamientos librados en los tres últimos días entre fieles suníes y chiíes en el noroeste de Pakistán, informó hoy el canal privado Dawn TV. Los combates se registraron en varios puntos de la demarcación tribal de Kurram, donde los episodios de violencia sectaria son frecuentes.

El grueso de los enfrentamientos tuvo lugar el viernes a última hora y ayer, según Dawn, que no identificó a sus fuentes. Los choques entre los chiíes, con fuerte presencia en la zona, y los suníes, que son mayoritarios en Pakistán, han sido especialmente violentos durante los últimos dos años en Kurram.

Algunos medios de comunicación han alertado en varias ocasiones de que la insurgencia talibán ha trasladado hombres a esta zona para apoyar a los suníes, una idea a la que los chiíes han intentado dar fuerza para atraer la atención del Gobierno. "Han muerto ya 700 jóvenes (en los últimos meses) pero no hemos permitido a los insurgentes que aseguren su dominio en Alto Kurram. Ahora, el influjo de talibanes (de otras zonas) está empeorando la situación", ha denunciado un líder tribal de Kurram, Haji Rauf.

Rauf y otros líderes tribales han pedido al Ejército que lance una operación en Kurram similar a la que está llevando a cabo en el norteño valle de Swat y en el bastión talibán de Waziristán del Sur.

Cierre de carreteras

La violencia registrada durante los últimos cinco meses ha causado el cierre de algunas carreteras, lo cual ha golpeado al suministro de alimentos y medicinas en la zona.

Las siete 'gencias tribales"'de Pakistán, todas fronterizas con Afganistán excepto una, comparten una historia de subdesarrollo y desatención por parte de las autoridades. Aunque en ellas predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes, muchas presentan diversos conflictos internos tribales o sectarios, como Kurram, azotada desde hace años por la violencia entre fieles de las dos principales corrientes del Islam.