Brasil golea a una Italia decadente

Hasta que decidieron irse a dormir y soñar con el cruce ante Sudáfrica , los brasileños desnudaron a los transalpinos y les dieron un baño histórico. Tenía que atacar Italia para no depender de un tropiezo egipcio si quería alcanzar las semifinales pero fue incapaz. La de Lippi es una selección decadente, sin chispa, sin fútbol, sin orden ni concierto. Debe experimentar una revolucion si quiere soñar con defender el año que viene su corona mundial.

Arriba está floja pero atrás, donde siempre fue fiable, es un coladero. Jugadores como Cannavaro y Zambrotta ya no están, ni se les espera, y Chiellini es un central de medio pelo. Pirlo, el veterano centrocampista del Milan, es su mejor hombre. Y con diferencia. Un disparo alto de Camoranesi fue la única aproximación local a los dominios de Julio César, el portero del Inter, en toda la primera parte.

Los de Dunga, en cambio, van claramente a más. Comenzaron dubitativos ante los egipcios, ganaron con claridad a Estados Unidos y se merendaron a un viejo rival que se les da bien, puesto que le derrotaron en las finales de las Copas del Mundo del 70 y del 94. Forman un equipo bien armado en defensa y con individualidades en medio campo hacia adelante. Y son peligrosos a balón parado.

Sólo la suerte mantenía con vida a los 'azzurri'. Ramires y Lucio se estrellaban contra la madera y Buffon salvaba un disparo a bocajarro del central del Bayern. En ocho minutos, empero, la 'canarinha' puso las cosas en su sitio. Luis Fabiano marcó diferencias. Convirtió un mal disparo de Maicon en una gran asistencia y culminó una gran combinación con Robinho y Kaká. Dossena certificó el descalabro italiano al intentar despejar un centro de Robinho.

Con el triunfo y el primer puesto garantizados, los brasileños se ausentaron en la reanudación. Disfrutaron de un plácido descanso. Dejaron hacer a Italia, que se vino arriba sólo cuando se enteró del descalabro egipcio. Le bastaba sólo un gol para clasificarse y mejoró con Simone Pepe por la derecha. Pero ni por esas. Hubiera sido el colmo acceder a semis tras perder con Egipto y llevarse tres ante los auriverdes.