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La rica salsa canaria

A sus 27 años ha conseguido llegar a la madurez futbolística y lo ha hecho en Jerez. En el conjunto azulino, este flaco canario, extremo de la vieja escuela del desborde y del regate, ha levado al Xerez a lo más alto. Cuando más lo necesitaba, Momo se encontró con Esteban, y Esteban, con la Primera División

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Trajo a Jerez el desborde, el dribling y el gol. Gambeteando gambeteando dio el salto a Primera División tras asombrar en la división de plata con la UD Las Palmas, siendo un chaval recién salido de la siempre sorprendente cantera canaria. Tras varios años de idas y venidas (Albacete, Santander y Jerez), llegó la hora de Momo. El interior zurdo es un 11 puro, capaz de desbordar a cualquier marcador, apurar la banda hasta el último momento y poner un balón imposible.

Su irregularidad fue su san benito, y la excusa perfecta de Lendoiro para aburrir a una perla canaria que no terminó de brillar en tierras gallegas. Lo llevó de cesión en cesión, hasta que se topó con Esteban Vigo. Con el malagueño Momo se volvió a reconocer como futbolista. Ya la temporada pasada el jugador canario demostró de lo que era capaz, pero una infortunada lesión lo dejó fuera del equipo cuando casualmente Esteban más lo necesitaba.

Año para enmarcar

Y es que el de Las Palmas, al concluir la temporada pasada, ni tan siquiera se acercó a La Coruña, donde tenía aún firmada una temporada más. Las salidas a Albacete y Santander no aportaron nada a la carrera de uno de los valores más en alza del fútbol canario y frenaron su progresión equipo tras equipo. Equipo tras equipo, hasta llegar a Jerez y al Xerez. Momo le tenía tan claro tras la llamada de Esteban, que hasta perdonó dinero a la entidad gallega para firmar tres temporadas por el Xerez, su tercer club como profesional tras Las Palmas y el Depor.

Desde entonces, y gracias a la suerte que le ha acompañado al alejarlo de las lesiones, el 11 del Xerez ha puesto el listón muy alto. Ha superado su número de asistencia y de goles, siendo el centrocampista más anotador de la categoría con 17 dianas. Su evolución en esta temporada tan especial ha sido magnífica, dejando de lado la irregularidad que siempre le acompañaba y demostrando que tiene madera de Primera. Ha vuelto a llamar la atención del fútbol nacional, e incluso internacional, pero él siempre se ha centrado en el Xerez, a pesar de los pesares.

Y es que la incertidumbre que en los últimos años ha rodeado al club de la Hijuela del Polo no fue impedimento para que el zurdo de oro azulino apostara por el Xerez, incluso en el plano personal, donde ha tenido una hija a la que llamó Gisela. Sangre canaria y un poco de jerezana, un recordatorio más de una temporada que nunca olvidará. «Mi primer gol», bromeaba el canario horas después de estrenarse como padre.

Muestras de calidad, clase y autoestima, la que le ha dado Esteban en el último año y medio y que ha hecho que Momo, gambeteando, gambeteando, llegue con sus regates hasta Primera División, donde se merece estar.