CARRERAS. Los vándalos entraron en el concesionario. / A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

La Policía detiene a 16 jóvenes miembros de una banda causante de actos vandálicos

Se les imputan destrozos y robos en el interior de diversas empresas desde 2006, con los que han causado daños por valor de decenas de miles de euros Están relacionados con el incendio provocado de tres coches en abril en Zona Franca y se investiga su posible relación con el fuego de Carlos Haya

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El robo, la quema de coches y la destrucción era para ellos, la manera de divertirse y ocupar sus fines de semana. Cualquiera diría que se trata de aquellos drugos de La Naranja Mecánica, el libro en el que Stanley Kubrick se inspiró para retratar en el cine una generación que sólo se saciaba con la destrucción y la actitud delictiva. Pero no. Se trata de 16 chicos y chicas de Cádiz y San Fernando, de entre 18 y 23 años, que han sido detenidos por la Policía Nacional como los presuntos autores de una salvaje oleada de vandalismo en la capital, que se remonta a 2006, y en la que arramblaron con concesionarios de coches, con clínicas de salud, casas particulares y mobiliario público. Una oleada de salvajismo que ha provocado daños por un valor de más de 50.000 euros.

Al menos, es el coste estimado de los destrozos con los que se les ha podido probar hasta ahora. Y es que también se investiga que la banda pueda estar relacionada con el espectacular incendio de 27 motos que obligó a desalojar a unas 40 familias, en la noche del 23 de abril, de dos bloques de viviendas en la calle Carlos Haya, en el barrio de Loreto.

Este incendio sucedía con apenas dos días de separación de un siniestro similar en la calle San Francisco Javier, en centro de la capital. Y casi una semana después de otros dos fuegos provocados en tres edificios de Cádiz. Estos tres sucesos, sin embargo, han sido ya achacados a dos gaditanos ajenos a la banda.Fue precisamente la investigación de esta oleada de fuegos la que puso a la Policía Nacional tras la pista de cinco de estos 16 jóvenes, a los que se detuvo -como ya informó LA VOZ- a comienzos del mes de mayo como presuntos responsables de la quema de tres vehículos en el aparcamiento del supermercado Maxi Día, en la Zona Franca.

Esta hoguera tuvo lugar el pasado 11 de abril. Antes, por tanto, de los incendios de motos en el centro de Cádiz y en el barrio de Loreto.

Al menos cuatro quedaron en libertad con cargos. Siendo uno de ellos -natural de San Fernando- el único que ingresó en prisión provisional por orden del juez, como supuesto autor material del delito de incendio.

Continúa la investigación

El caso por el fuego de los coches, sin embargo, no se cerró con esta detención. Y así, tirando del hilo de la investigación, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada Judicial de la Comisaría de Cádiz logró descubrir que tras el primer grupo de supuestos vándalos se hallaba una banda formada por más compinches. Responsables, además, de un número mayor de destrozos y hurtos, que en algunos casos resultaban aún más salvajes si cabe que la quema de los coches: se les imputa desde un robo de ordenadores y artículos médicos en el interior de la clínica de Asepeyo, en la Avenida, hasta los destrozos que tuvieron lugar en el verano de 2007 en el concesionario de la Ford -Motores Cádiz-, en el que, según la Policía, organizaron un auténtico rally interior con los coches de exposición, en el que destrozaron cuanto encontraron.

Algunos de estos actos vandálicos se venían investigando desde hacía tres años atrás, como la quema de un foto matón en la plaza Asdrúbal en junio de 2006, o el robo en noviembre de ese mismo año en el interior de la antigua empresa Panificadora de Cádiz, situada en la Zona Franca. También se les achacan actos vandálicos «de menor entidad», según la Policía, «como pintadas, la quema de contenedores, o el intercambio de ruedas desgastadas de sus vehículos por la de otros coches».

La reapertura de estas investigaciones por parte de la Policía ha evitado, de hecho, que los delitos más antiguos prescriban, a punto de cumplirse tres años de que se llevaran a cabo y sin hallarse a los presuntos responsables de ellos. Cuando se cometieron todos estos hechos, los más jóvenes de la banda detenida, que cuentan ahora con 18 años, eran incluso menores de edad.

Apenas una semana después de la primera detención, el pasado 12 de mayo, la Policía detenía a seis miembros más de la banda. Y ayer lunes tenía lugar las últimas nueve detenciones (entre las que se repetían algunos de los nombres de los cinco primeros imputados). En total, 16 jóvenes, entre los que se cuentan cuatro chicas, que desmentirían la relación entre testosterona y vandalismo.

Sin antecedentes

El perfil de los detenidos se aleja, además, de la típica imagen de jóvenes delincuentes conocidos en Comisaría por su larga trayectoria de delitos. No en vano, ninguno de ellos cuenta con antecedentes judiciales ni policiales, a pesar de que alguno ya cumplía los 23 años.

La falta de antecedentes y lo prolongado en el tiempo de los actos vandálicos, dificultó sin duda la investigación de los hechos por parte de la Policía, que aún indaga el posible rastro de estos jóvenes, amantes de la destrucción y la ultraviolencia.