Familiar, práctico y elegante

Se cumple un año del último restyling recibido por la familia 407 de Peugeot. Los cambios exteriores se aprecian rápidamente. Tanto la berlina como la versión familiar (SW) se apuntan a los cromados en las barras de su boca, atrás mejora la integración de los sensores en los paragolpes, y las molduras periféricas se ciñen, en la zona posterior, sólo a las esquinas. Por otra parte, los laterales o las esquinas delanteras son del mismo color que la carrocería. Finalmente, los pilotos posteriores incorporan una zona blanca bajo la que actúan la luz de marcha y el intermitente; los catadióptricos, por su parte, se desplazan a los laterales de la matrícula. En general, los cambios le otorgan un plus de elegancia.

En su interior, estrena un negro nacarado para la consola central o los paneles de las puertas. Respecto al modelo anterior se ha renovado completamente el cuadro de instrumentos y la apariencia es positiva. Los asientos son cómodos y poco calurosos, y los dos delanteros cuentan con regulación eléctrica, son confortables y ofrecen una buena sujeción lateral con una fácil regulación con lo que se alcanza una agradable postura de conducción. Este modelo ofrece un techo panorámico eléctrico que permite disfrutar realmente de la vida a bordo.

El maletero con sus 448 litros no resulta pequeño, y en el familiar sus volúmenes son muy aprovechables, uno no se encuentra molesto. También es acertado que se pueda abrir en dos partes, es decir sólo la luneta para proporcionar un acceso rápido, o bien todo el portón al completo.

Mide 4.763 milímetros de longitud (87 mm más que la versión berlina) y cuenta con una altura de 1.486 milímetros (41 mm más que la berlina), como consecuencia de un nuevo diseño del techo y las barras longitudinales.

Muy seguro

En el apartado de seguridad, cabe destacar su estructura rígida para proteger a los pasajeros en caso de colisión y, al mismo tiempo ágil, con un material flexible en la parte frontal y en las zonas inferiores, para proteger a los peatones en caso de atropello.

También incorpora otros sistemas de protección, como nueve airbag (los laterales traseros opcionales), cinturones con retención inteligente, respaldos delanteros activos, tres fijaciones Isofix (una en el asiento del pasajero y otras dos en la parte trasera). Y otros elementos como el regulador de velocidad, detectores de inflado insuficiente, encendido automático de los faros, etc.

Además, cuenta con un sofisticado y efectivo sistema de frenos, con repartidor electrónico del par de la frenada rueda a rueda, frenado de emergencia (TRW) y sistema antibloqueo de ruedas. Asimismo, se incluye de serie el control de estabilidad (ESP) de última generación y el sistema antibloqueo de frenos (ABS).

Este modelo cuenta con tres acabados: Confort, Sport y Premium, y ofrece, dependiendo de la versión, climatizador, cierre centralizado con mando a distancia, limitador de velocidad, dirección asistida, elevalunas eléctricos, equipo audio CD y mp3, faros antiniebla, filtro de partículas (FP), retrovisores eléctricos y térmicos, ordenador de abordo, volante regulable con cuero, faros y limpiaparabrisas automático, y un sinfín de opciones, como el navegador.

Un eficaz motor diésel

El motor es el magnífico 2.0 HDI de 136 caballos que se muestra pletórico de par y potencia. Una caja manual de seis velocidades ayuda a sacar lo mejor que encierran sus cilindros. Con esta mecánica, nuestro Peugeot 407 SW Sport consigue unas buenas prestaciones: alcanza una aceptable velocidad máxima, 203 km/h y las recuperaciones son positivas. Respecto a la aceleración, alcanza los 100 kilómetros por hora en 11,5 segundos. En cuanto a su consumo, es realmente bueno teniendo en cuenta el peso de este modelo. En ciudad, gasta 7,9 litros cada 100 km, mientras que fuera de ciudad gasta 5 litros/km y consumos mixtos alcanza una media de 6 litros.

Su empuje de salida es sorprendente y en ningún caso nos dejará tirados. El motor 2.0 HDi de 136 CV dispensa un resultado más que satisfactorio porque a su elevada potencia agrega una notable fuerza a bajo régimen que lo hace muy agradable de conducir. No hay que utilizar el cambio más de lo deseable; hacerlo resulta grato por la suavidad del embrague, aunque el cambio de seis marchas se complementa perfectamente, pues está bien equilibrado con marchas bastante cortas. Sus suspensiones acusan el compromiso con el confort en forma de ciertos balanceos y cabeceos cuando abusamos algo más del acelerador, lo que es asumible dada la comodidad que reporta en otras ocasiones y debido que es un coche más pensado para la conducción en el día a día. Hay que incidir en que tiene numerosas virtudes: un motor potente, ágil, redondo, apenas transmite ruidos y ofrece un excelente comportamiento en carretera, pues a este 407 SW Sport no se le resiste ningún trazado. Por estas cualidades, es un coche equilibrado y que destaca por su dinamismo. El precio de la unidad probada asciende a 26.950 euros.