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Vigo Conection

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Para que las matemáticas consideren al Xerez CD como equipo de Primera sin paliativos y sin ningún tipo de duda tiene que funcionar la Vigo Conection, es decir, los pupilos de Esteban Vigo tienen que hacer hincar la rodilla al conjunto armero, mientras que tiene también que producirse una victoria del Celta de Vigo en el Rico Pérez de Alicante. La primera premisa no me ofrece ningún tipo de dudas. La segunda la veo más complicada, pero de todos modos no es ninguna entelequia y como poder ocurrir, puede.

Si la Vigo Conection llega a buen puerto no quiero ni pensar la que se va a liar en las calles de la ciudad de Jerez mañana a partir de las dos de la tarde.

Estoy loquito porque ocurra de una vez. Debo reconocer que todo esto del ascenso me está ya hasta cansando, ¿quién lo iba a decir?

Llevamos dos meses haciendo cábalas, números, cuentas y más cuentas, que si con 72 puntos, que si con uno más, ahora hacen falta 75. Pero no hay manera quillo. Hasta para ascender vamos a tener que ser los más chulos y vamos a tener que conseguir más puntos que Kobe Bryant y Gasol juntos.

En Chapín se va a colgar el cartel de no hay billetes, igual que en mi casa, que con esto de la crisis lleva colgado el «No hay billetes» desde hace unos meses. Vamos a vivir otra fiesta en el Coliseo azulino. Va a haber más gente que en un concierto de balde. Vamos a ganar y aunque aún no seamos de Primera según los números, sí lo seremos de manera virtual, por lo que el colocón virtual que vamos a coger la noche del sábado va a ser descomunal.

Tres días de fiesta, tres. Los tres primeros claro está. Porque con el ascenso la fiesta en Jerez va a durar mucho, mucho, mucho, va a ser más larga que la mili de Rambo. Yo ya tengo decidido cómo voy a celebrar este hito histórico. Tomaré café con pastas con mi madre y mis hermanos. Tranquilitos ahí. Sin grandes emociones. Sin aspavientos ni salidas de tono. Después del café con pastas, oiremos un cd de música clásica mientras nos bebemos una mirinda. Miedo me da no poder aguantar este ritmo supersónico de los fastos que se van a celebrar en mi casa.

Antes de continuar quiero hacer llegar un abrazo de descomunales dimensiones a Jerónimo Figueroa Momo, quien ha sido padre esta semana. Me muero de ganas de ver un chicharito del canarión para poder ver como lo celebra con el manido gesto de acunar a su hija Gisela en los brazos. Y es que Gisela ha llegado al mundo con un ascenso bajo el brazo.

Esta tarde vamos a disfrutar, vamos a hacer un ensayo general del que va a ser el ambiente de Chapín para la temporada que viene. Gradas repletas, cánticos y más cánticos de apoyo, tifo espectacular de la mano de los amigos de Kolectivo Sur, emociones encontradas. Ole, ole y ole.

Unas mariposillas recorren mi orondo estómago sólo de pensar lo que esta tarde va a ser Chapín. El Eibar se va a quedar perplejo, cariacontecido, embobado, estupefacto, cuando vea la demostración de amor a unos colores que se va a vivir en Chapín. Si alguna posibilidad tienen de convertirse en estribo (que nada más que sirve para meter la pata), el ambiente que se va a vivir los va a retraer porque hasta ellos se van a sentir xerecistas cuando se imbuyan en la fiesta.

Os conmino a todos, que no convido, que la cosa está cortita, tanto que ayer me cortaron la luz del coche, a que nos vayamos tempranito para Chapín para alargar la duración de la exitosa función. Sí, Sí, Sí, lo vamos a conseguir, sonará una vez más a los cuatro vientos. La grada que anima al Xerez con el alma y la garganta va a dedicarle al equipo que más huevos tiene una ovación y una pléyade de vítores y loas dignas de encomio. A por ellos. FORZA XEREZ.