El ex presidente de Corea del Sur se suicida por un escándalo de corrupción

El ex presidente surcoreano, Roh Moo Hyun (2003-2008), de 62 años, objeto de una investigación por corrupción, falleció al precipitarse por un barranco en lo que parece ser un suicido. Según el ex jefe del secretariado presidencial, Moon Jae In, el ex mandatario saltó voluntariamente por un precipicio cerca de su pueblo, Bongha, no muy lejos de la costa sureste del país, después de dejar una carta de despedida a su familia.

«Ha sido tan duro», escribió Roh en la nota, según relató la televisión estatal KBS. «Le creé tantos problemas a tantas personas». «Por favor, incinerad mi cuerpo. Por favor, levantad una pequeña lápida para mí en el pueblo», añadía la misiva.

Roh abandonó el poder en 2008. La justicia le investigaba por el pago de un millón de dólares a su esposa por parte de un adinerado fabricante de zapatos que, además, efectuó otro pago de cinco millones de dólares al marido de una de sus sobrinas. Sobre este caso había sido interrogado por la acusación el 30 de abril.

El ex presidente, que como diputado se dio a conocer por su lucha contra la corrupción, había pedido disculpas por estos casos que implicaron a su familia, aunque había negado la acusación de malversación de fondos con fines personales. «Me siento avergonzado», había declarado públicamente.

Roh se convirtió así en el tercer presidente surcoreano en ser investigado por corrupción, tras los casos de Chun Doo-Hwan y Roh Tae-Woo, quienes fueron declarados culpables y condenados a muerte en 1995, para luego ser perdonados dos años después.

Origen humilde

Originario de una familia humilde de un pueblo agrícola, el ex presidente era un hombre «hecho a sí mismo» que obtuvo el diploma de abogado en 1975 tras seguir cursos de noche y luego se hizo un lugar defendiendo a víctimas de la dictadura a principios de 1980.

En 1987 fue encarcelado por un corto periodo por incitar a la huelga. Luego se reconvirtió a la política. Ingresó al Parlamento en 1988 donde destacó por su lucha contra la corrupción y contra los dirigentes del ex régimen militar.

En las elecciones presidenciales de 2002 llevó a los liberales (centroizquierda) a una inesperada victoria utilizando el poder de Internet. Al asumir el puesto a principios de 2003, apuntó como su prioridad la de hacer de este país emergente un punto neurálgico de la economía y tecnología y encaminar a Corea del Sur hacia la reconciliación con su vecina comunista.