CRISIS FINANCIERA MUNDIAL

Alemania aprueba los 'bancos malos' en otro intento de dar vigor a los mercados

El modelo consiste en que las entidades con elevado volumen de activos tóxicos los puedan depositar en una sociedad creada exclusivamente para ello

BERLÍN Actualizado: Guardar
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El Gobierno alemán ha aprobado el proyecto de ley que permitirá a los bancos liberarse de sus activos tóxicos y depositarlos en 'bancos malos'. Esta medida, que pretende evitar una erosión de las arcas públicas, constituye un nuevo intento de insuflar vida al sistema financiero. "Se trata de un modelo que intenta gravar lo menos posible al contribuyente", ha explicado el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück.

Con este sistema el Estado pretende devolver capacidad de gestión al sistema bancario, que no sale de su crisis a causa del enorme volumen de activos de valor nulo, lo que impide que los bancos se centren en su labor principal, la de conceder créditos. El modelo consiste en que los bancos con elevado volumen de activos tóxicos los puedan depositar en una sociedad creada exclusivamente para aparcar estos títulos, lo que, pese a no tratarse de un banco propiamente dicho, se ha venido a definir como 'bad bank' ('bancos malos').

Para cada título que deposite en esta sociedad, el banco en cuestión deberá emitir bonos de deuda, que el Estado garantizará -a través del Fondo de Estabilización de los Mercados Financieros (SoFFin)- por un máximo de veinte años. A cambio de esta garantía, la entidad financiera deberá pagar un porcentaje que, según Steinbrück, seguirá los baremos habituales del mercado.

Modelo voluntario

El valor de los bonos se regirá por la última cotización que tenían los títulos, del que se restará un 10%. Sin embargo, como el valor real es en principio mucho menor, el proyecto de ley contempla que haya una evaluación adicional a realizar por un experto que no esté vinculado con el banco afectado. Esta evaluación es importante a la hora de que el Estado recupere dinero, ya que el 'banco malo' deberá abonar esta diferencia al SoFFin en cuotas anuales durante los veinte años que rige la garantía.

Si una vez vencido el plazo, todavía quedan pérdidas, serán los "antiguos accionistas", es decir los que tenían títulos en el momento de emitirse los bonos de deuda, quienes deberán asumirlas prescindiendo de los dividendos. Steinbrück ha explicado que el Estado no deberá establecer ningún tipo de partida adicional en los presupuestos generales porque el SoFFin cuenta con la dotación necesaria.

De los 400.000 millones de euros de garantías que se comprometieron para este fondo, tan sólo se han requerido por ahora 140.000 millones, por lo cual todavía hay 240.000 millones disponibles, ha señalado el ministro. Según los cálculos del organismo de supervisión bancaria (Bafin), el volumen de títulos tóxicos asciende actualmente a entre 180.000 y 190.000 millones de euros.

Los bancos interesados tendrán tan sólo medio año a partir de que la ley entre en vigor para crear estas sociedades. Steinbrück ha optado por un modelo voluntario, en contra de algunas voces críticas en su propio Partido Socialdemócrata, que exigían que se obligara a todos los bancos con problemas a recurrir a este instrumento.