Jerez

La pedantería del gallo de Morón

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P edro Pacheco volvió a dejar esta semana otra de sus frases para la historia, y más aún si todo transcurre como él cree: «Esto es como un maratón y lo importante no es cómo se empiece sino cómo se termina, y algunas saldrán trasquiladas como el gallo de Morón». Seguro que no está a la altura de otras míticas del ex alcalde jerezano. Posiblemente tampoco a la de la pronuniada recientemente en el programa de Jesús Quintero en Canal Sur («Ahora me jubilo y voy a hacer lo que me salga de los cojones»), pero por su posible trascendencia en el futuro puede no irles demasiado a la zaga.

Uno, que es curioso, ha querido bucear un poco en lo de la expresión del gallo de Morón, e Internert era mejor opción. En este caso, se dice que ni era un gallo ni era de Morón. Se trata de una leyenda que parte del siglo XVI, cuando hizo acto de presencia en la localidad sevillana el recaudador de impuestos de Granada, que a su desagradable misión unía un cierto aire de matón y unas maneras de conducirse un tanto groseras. Por estas gracias se le bautizó como el Gallo de Morón. Y cuando los lugareños no pudieron soportar más su pedantería y sus desplantes, le regalaron una somanta de palos y acebuchazos como detalle de despedida. Hay quien matiza asegurando que el enviado de Granada llegó por los enfrentamientos que existían entre vecinos del pueblo. Sea como fuere, la cuestión es que así, por lo visto, nació la expresión «te vas a quedar con el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión».

Suponemos que es a lo que se refería Pacheco el martes cuando salió de los juzgados. Por si alguno no conoce todavía la historia, recordemos que el ex alcalde fue citado por una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción, que considera que pudo cometer irregularidades en la contratación de dos asesores cuando estaba al frente del área de Urbanismo. Y, sobre todo, que esa denuncia se produce gracias, al parecer, a que la actual alcaldesa, Pilar Sánchez, habría facilitado una serie de documentos.

Como se pueden imaginar, Pacheco se refería con la frase de marras a la que controla en estos momentos las riendas del Ayuntamiento. Y, conocida la historia sobre el origen de la expresión, ya se tiene muy claro lo que quería decir y por dónde pueden ir los tiros a partir de ahora. Es evidente que Pedro Pacheco tiene a Pilar Sánhez entre ceja y ceja (más que antes, si cabe) y que va a por ella, políticamente hablando. Así que la cosa se pone cuanto menos calentita. Y el morbo, desde luego, está servido.

XEREZ DEPORTIVO

El sueño del ascenso a Primera está más cerca que nunca, tanto que casi se puede rozar con la punta de los dedos. Pero todavía no se ha alcanzado. Quedan un par de pasitos por dar para llegar a la meta y un exceso de confianza podría resultar terrible. Esteban Vigo, perro viejo onde los haya, lo sabe muy bien y por eso ha lanzado esta semana un mensaje muy claro: «No podemos relajarnos».

Está empezando a dar sus frutos la campaña de apoyo al Xerez. La ciudad, aunque poco a poco, coinza a teñirse de azulino y la conciencia de que estamos ante una oportunidad histórica ha calado, que era de lo que se trataba al fin y al cabio. Ahora se trata de que el club -básicamente sus directivos- no metan la pata, para plantilla y cuerpo técnico sigan dando una lección de cómo debn hacerse las cosas. ¿O es que nadie se acuerda y de que en agosto sólo había 13 jugadores en el equipo? Que me perdone quien pueda sentirse ofendido, pero lo de este Xerez tiene más mérito que lo del Barça de Guardiola.

CASO HOLGADO

Puede parecer que está parado, que no se está moviendo nada sobre todo lo relacionado con el asesinato, hace trece años y medio del joven jerezano Juan Holgado en la gasolinera en la que trabaja. Pero no es así. Se han producido novedades, aunque en este caso pro expreso deseo de la familia no se han dado a conocer. Y en esto del periodismo ya se sabe que el off the record y la protección de las fuentes son dos principios sagrados.

No se trata de un episodio trascendente en la investigación (¿?) ni de una novedad judicial, pero al menos ha supuesto un pequeño alivio para los familiares de la víctima. Y, sobre todo, una inyección de fuerza y moral para Antonia Castro, la auténtica madre coraje -aunque no le guste el término- de toda esta historia, en la que, por cierto, no todo es ni ha sido como se ha vendido. Al tiempo.