La crisis golpea al sector aeronáutico

Hasta ahora se había hablado de que la crisis financiera y económica no había llegado a afectar al sector aeronáutico. Se apuntaba a que la regulación que inició Airbus en febrero de 2007 con su programa de reestructuración Power8 -con el que prevé obtener 2.100 millones de euros adicionales para su cuenta de resultados de 2010 y otros 5.000 millones de efectivo disponible acumulado entre 2007 y 2010- le permitiría salir indemne de la crisis generalizada.

Sin embargo, las dificultades económicas que viven el resto de sectores comienzan a extender sus tentáculos hacia el ramo de la construcción aeronaval. La empresa tractora presente en la Bahía, Airbus, tiene sus cuentas en perfecto estado de revista. En el primer cuatrimestre del año, la empresa europea superó en número de pedidos de aparatos a su principal competidora, la norteamericana Boeing. Pero ya llegó el pero. Quienes sí se están viendo afectados por la situación de recesión de la economía son las aerolíneas. Encuentran no pocos problemas para acceder a la financiación que necesitan para hacer frente a los pedidos de nuevos aviones realizados. Y otro más, el número de pasajeros en vuelos regulares y no regulares tiende a disminuir según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

Así las cosas, Airbus acaba de conocer a la crisis de la mano de varios de sus clientes, que le han solicitado que retrase el calendario de entregas de los aparatos contratados. Los 18 A380 que se preveía entregar a lo largo de este año pasarán a ser 14; de cara a 2010 se trabajaba para entregar entre 30 y 40 modelos de este superavión, aunque finalmente serán sólo 20. Y tal y como se anunció en febrero, a partir de octubre se pasarán a producir 34 unidades mensuales del A320 frente a las 36 que salen de la planta de ensamblaje final en la actualidad.

Flujo de trabajo

La factoría que el constructor aeronaval tiene en Puerto Real no será ajena a estos cambios. En sus instalaciones se trabaja en ambos modelos. El presidente del comité intercentros de Airbus, José Alcázar, y el del comité del centro gaditano, Francisco Heredia, coinciden en que aún es pronto para hablar de las consecuencias que pueda tener en el flujo de trabajo las medidas solicitadas por los clientes de la empresa. «Habrá que dialogar con la compañía» y «Sería apresurado establecer a priori que vaya a tener que producirse un expediente de regulación de empleo temporal», señalaron ambos. Evidentemente, los retrasos en las entregas -aunque en éstos no haya responsabilidad de Airbus- implican que para hacer el mismo trabajo se dispone ahora de más tiempo, lo que significa que hay que reducir el número de horas de trabajo programadas en la actualidad para cumplir el calendario previsto inicialmente.

No obstante, Heredia explicó que no es previsible que se realice ningún ERE mientras no se produzca ninguna cancelación. «Disponemos de mecanismos para modular el flujo de trabajo», matizó. Cuando en un determinado emplazamiento de la cadena de producción un trabajador no dispone de materia prima para trabajar o cualquier incidente en la cadena previa provoca la falta de carga de trabajo para ese empleado, éste deja de acudir a su puesto hasta que puede reanudar su labor. Si ha dejado de fichar en la factoría durante cinco días, por ejemplo, le deberá a la empresa 40 horas. Su nómina no se ve afectada por esta situación, pero cuando llegue un pico de trabajo, tendrá que devolver esas 40 horas, que no se remunerarán como extras -de hecho, hace años que no se hacen horas extras en la fábrica de El Trocadero, según apuntó Heredia-. Esta fórmula necesita contar con el beneplácito del comité de empresa y está en vigor desde hace once años.

Donde sí se pueden ver afectados es en la industria auxiliar del sector. Como es habitual, quien depende de la firma tractora es el primero en caer cuando tropieza el grande. Los trabajadores de Sacesa en Sevilla -ya Alestis- manifestaron ayer su preocupación ante cómo le pueda afectar a su plantilla los retrasos en las entregas.

El parlamentario andaluz y presidente de los populares gaditanso, José Loaiza, solicitó ayer la comparecencia en la cámara autonómica del consejero de Innovación, Martín Soler, para que explique cuáles son sus planes sobre este sector en la Bahía y cuál será la evolución de Alestis. Soler, por su parte, señaló ayer que lo que pueda ocurrir en la planta de EADS-CASA de El Puerto es algo que «no le incumbe ni a Alestis ni al Gobierno andaluz».

La factoría de El Puerto

Los responsables de las federaciones regionales de Industria de CC OO, Enrique Jiménez, y de MCA-UGT Andalucía, Manuel Jiménez, acudieron ayer a Cádiz para tratar con sus homólogos provinciales sobre la posibilidad de que la planta de EADS-CASA -hoy ya Airbus Military- que se encuentra en el parque TecnoBahía pueda pasar a manos de la recién creada Alestis. Según apuntaron fuentes del centro portuense, la operación podría fraguarse mediante la ampliación de la participación de EADS-CASA en Alestis.

En la plantilla de este centro existe cierto malestar por la incertidumbre que ha provocado que el consejero delegado de EADS, Louis Gallois, confirmara en su visita del pasado miércoles a la provincia que existen contactos con la nueva firma andaluza. Los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT manifestaron ayer su «rechazo absoluto y rotundo a cualquier cambio que ponga en riesgo la actividad» en este centro de producción. Igualmente, demandaron que se asignen «los revestimientos e ingeniería de desarrollo del cono de cola del A350», adjudicado por Airbus a Alestis.

Heredia explicó a este respecto que el nuevo consorcio aeronáutico andaluz sólo existe en el papel. Y añadió que es preferible asegurar el cumplimiento de los plazos de entrega de esta sección del nuevo modelo de Airbus mediante su adjudicación a la factoría portuense, especializada en superplásticos y fibra de carbono. CC OO y UGT.