Diego Benítez, concejal del área.
Chiclana

Servicios Sociales está desbordado por las solicitudes de familias para recibir ayudas

En los primeros cuatro meses del año se ha triplicado el número de usuarios Los técnicos alertan de un aumento de los jóvenes desempleados y sin ingresos

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La crisis pasa factura a las familias. Según los datos hechos públicos ayer por el Ayuntamiento, la delegación municipal de Servicios Sociales ha triplicado en los primeros cuatro meses de este año el número de personas atendidas en sus diferentes instalaciones de la calle Frailes, Huerta del Rosario y Santa Ana, en relación a 2008.

Según explicó el responsable del área, Diego Benítez Mota, el personal de esta delegación atiende diariamente a 170 personas, que dan como resultado 3.740 consultas mensuales en lo que va de 2009, lo que ha supuesto que los medios materiales y humanos con que cuenta Servicios Sociales esten desbordados.

Este incremento de consultas trae consigo además un aumento del número de peticiones de subvenciones económicas, derivadas sobre todo de la actual situación de crisis económica, que ha llevado a solicitar estas ayudas a familias que hasta ahora no lo necesitaban.

En Chiclana hay en estos momentos 522 familias que perciben ayudas públicas; la mayor parte de ellas, 349, tienen hijos menores de 16 años a su cargo, por lo que se incluyen en el programa de ayuda económica familiar. Entre estas prestaciones, de muy diverso tipo, se incluyen el pago de recibos pendientes del agua o la luz, así como vales de alimentación para lactantes o alojamiento para transeúntes.

Para paliar el aumento de la carga de trabajo en Servicios Sociales y reducir las listas de espera, el Ayuntamiento ha duplicado las zonas de trabajo social, contratando para ello a cuatro nuevas trabajadoras sociales. Se cubrirán así las áreas de La Banda, la zona centro, Huerta del Rosario y Santa Ana, a las que se suman La Longuera, Diputación, Huerta del Rosario Parque y el entorno de Panzacola.

Los técnicos alertan del incremento de peticiones de ayuda que están recibiendo de jóvenes sin formación, en su mayoría desempleados de la construcción, que carecen de ingresos tras el parón de la construcción.