CRÍTICA DE TV

El hombre tranquilo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José Manuel Lúcia es el último héroe televisivo después de embolsarse 396.000 euros (más otros 44.000) sólo por tener mucho vocabulario y más aplomo. Y no por ir a 'Gran Hermano' o a una isla a pasar hambre y no dar ni golpe. Héroe de 'Pasapalabra' y de Telecinco en los 37 días que el paracaidista de 44 años ha estado en el concurso. Sabiendo, amagando y ganando.

En una cadena en horas bajas, 'Pasapalabra' es el espacio más fuerte de toda su parrilla, habiendo llegado a ser la pesadilla de la competencia (tanto 'Gente' como 'Ven a cenar conmigo' se han comido los mocos). Y habiendo llegado a protagonizar el minuto de oro más de una vez. Cosa de la que luego se aprovechaba, por arrastre, el informativo de Pedro Piqueras. Y una vez soltado el rollo de las audiencias, voy a lo que importa. Al hombre. Al hombre tranquilo (como John Wayne en la película de John Ford).

Una se imagina que José Manuel Lúcia es como un agente del Mossad perfectamente entrenado para no inmutarse cuando lo someten al detector de mentiras. Alguien con menos pulsaciones que Indurain y más léxico (úvula, vulpeja ) que algunos académicos de la Lengua. Alguien que no se aturulla y que es capaz de contestar de un tirón el Rosco dejándose para más tarde, y para adornarse, la y de Lyon y la zeta de zíngara.

Un filón para Telecinco mientras ha durado pero un individuo poco aprovechable para otros usos televisivos actuales. Su imagen no alcanza el standard ceporro y gritón de nuestra tele. Ver 'Pasapalabra' el jueves era como verlo cuando ha habido cambio de presentador.