Jerez

«Quietud y verdad»

Miguel Ángel Perera apunta que su próxima faena en Jerez será «uno de los compromisos más importantes de la temporada»

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A las diez y media de la mañana, todo estaba listo en la ganadería de Fuente Ymbro. Ricardo Gallardo, el ganadero, había encerrado una vaca y dos toros para que Miguel Ángel Perera, primera figura del toreo actual, se pusiera a prueba tras estar convaleciente desde el pasado Domingo de Resurrección cuando recibió una cornada en Málaga. Los únicos sonidos que se escuchaban en la bellísima dehesa eran los lejanos bramidos de los toros, el trino de los jilgueros mientras rebrincaban de una rama a otra y la respiración acelerada del toro y del torero.

El tentadero no pudo salir mejor. La vaca era de nota. Después un utrero que resultó bueno y un cuatreño con muchos kilos y embestida bonancible. Perera, demostró que está en un momento impresionante. Si lo visto en el tentadero se refleja en la plaza -que se reflejará, sin duda- a este torero no hay quien le quite el cetro del toreo este año. Toreo de muchos kilates. Quietud y verdad. A pesar de ser un tentadero, donde habitualmente no se arriesga al máximo porque un traspié en el campo no te da nada y te puede quitar mucho. Pero Miguel Ángel Perera lo ve muy claro. Y se encuentra muy a gusto en la zona de riesgo, donde los toros embisten de verdad, pero también donde los riesgos son mucho más elevados. El torero, quiso atendernos para comentar que «me estoy preparando a fondo y ya estoy a cien por cien después del percance de Málaga».

Feria del Caballo

Una vez preguntado por la corrida que lidiará en Jerez el jueves de Feria, junto a El Juli y Cayetano, Perera se mostró muy decidido. «Torear en Jerez, o en El Puerto o en Sanlúcar, siempre es un placer. Yo suelo dar un poco más si es posible. Además, este año vengo con más ganas porque no he ido a Sevilla. Así que en Jerez me sentiré igual que si estuviera en La Maestranza», afirmó.

El tentadero no pudo salir mejor. Para colmo, la mañana fue estupenda en lo meteorológico. Ricardo Gallardo salió contento y Perera, una vez más, demostró que muy posiblemente, y con razón, sea ahora el auténtico amo del toreo.