CRISIS. La situación económica también se ha cebado con los alquileres para el G.P. / LA VOZ
Jerez

Los precios de los alquileres para la Motorada también se resienten

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La ley de la oferta y la demanda era la que hacía, en años anteriores, que el alquiler de un piso para los eventos festivos más importantes de la ciudad, es decir Semana Santa, Feria del Caballo y Gran Premio de Motos, disparara los precios hasta límites inimaginables. Un negocio, por cierto, ilegal, que como cualquier otro se ha visto afectado por la durísima crisis económica que se atraviesa.

Lo lógico era, tanto el año pasado como en anteriores ediciones, que un propietario llegara a pedir alrededor de 1.000 euros por un fin de semana durante el evento. En algunos casos, la cifra era bastante más alta, incluso de hasta 1.400 euros. Ahora, sin embargo, el precio medio que se ofrece en los anuncios en internet no rebasa los 600 euros, a veces incluso hasta en las inmediaciones del Circuito de Velocidad, lo que supone una ubicación difícil de superar.

Sorprende también la enorme lista de usuarios que aparece en la red de redes con sólo teclear en la barra del buscador «alquilo piso Jerez». Lógico, teniendo en cuenta que también está a la vuelta de la esquina la Feria del Caballo, a la que este año (se celebrará entre los días 10 y 17 de mayo) solamente separa del Mundial una semana.

En el caso del Gran Premio, llama la atención que por un piso cerca de Hipercor, concretamente un ático duplex, sus dueños pidan 175 euros por día. Una cifra bastante baja teniendo en cuenta las astronómicas de anteriores fechas.

Otro de los pisos, de tres dormitorios, amueblado y con «perfecta conexión con carreteras principales para llegar al Circuito», se alquila por 600 euros igualmente. Avisa de la «posibilidad de alquilar para la Feria también».

Los hay hasta de cuatro habitaciones por el mismo precio. Lo mismo ocurre en el caso de localidades como El Puerto o Chiclana, donde también se ha notado sensiblemente el descenso de los precios.

Hay que tener en cuenta que sus propietarios son conscientes de que, aunque sean dos los que aparezcan el día de la reserva, en el inmueble pueden llegar a entrar hasta diez personas. Y eso si la persona que se embolsa el dinero es la propietaria, pues hay casos en que el arrendatario de un piso alquilado lo subarrenda por un fin de semana a los moteros, a su vez. Si hace falta, regresar temporalmente a casa de los padres o de algún amigo es una opción ante la inyección de liquidez que esto supone en los tiempos actuales.

De los ingresos por estas operaciones tampoco tiene noticia Hacienda, ya que la firma de un contrato no es necesaria para pasar sólo unos días. Con depositar el dinero en una cuenta como adelanto, todo queda listo para que el usuario reciba las llaves a su llegada a la ciudad. Entonces, paga el resto del dinero y da su nombre y teléfono al propietario. Así de sencillo.