Los bares del centro se aprovisionan

«Como mínimo, el doble de un fin de semana normal». El propietario del bar Cristina se refiere a que las ventas se multiplican en el fin de semana de las motos, sobre todo gracias a que el dispositivo de éste va a ser mucho más abierto. Otros prevén que se tripliquen e incluso se cuadrupliquen. Volviendo al Cristina, este establecimiento se ha aprovisionado ya para atender a un regimiento si es necesario: «Tenemos ya 15 kilos de carne preparados para hacer filetes para los moteros». Desde la cervecería La Porvera, Jaime Romero explica que han pedido ocho barriles de cerveza, y son pocos: «Un día bueno podíamos hacer, en la época buena de la Motorada, 2.000 euros, frente a los 700/800 habituales». El encargado de La Bacería en la plaza Rivero informa de que esperan que se multiplique el consumo de cerveza, para lo que también se han aprovisionado de barriles. Lo mismo que de material para sus especialidades gastronómicas: «De 50 montaditos un día puedes pasar a 300 con la Motorada». Por su parte, Luis Arriaza, dueño de El Tabanco, señala que «nosotros vivimos más de la gente de aquí que de fuera, aunque el Gran Premio es una excusa para que la gente salga más a la calle y consuma», asegura.