Los vecinos de Chapín se quejan por un inmueble que es utilizado como chutadero

Unas viviendas abandonadas, situadas junto a la zona residencial de Chapín al final de la avenida Amsterdam, se han convertido en un lugar donde se consume habitualmente droga, según denunciaron ayer los vecinos, alarmados por las posibles consecuencias que pueden repercutirles. Aunque a primera vista el lugar en cuestión puede pasar desapercibido, camuflado por los árboles de alrededor, lo cierto es que los residentes de los bloques cercanos aseguran que ven diariamente cómo entran y salen consumidores del inmueble en ruinas con bastante frecuencia.

El presidente del colectivo vecinal, Ángel Magro avisó que hay varias viviendas habitadas, y aunque en algunas de ellas viven mendigos e indigentes, otras se han convertido en chutaderos, por lo que cada vez son más los drogadictos que acuden a este lugar, ya que incluso indican que se produce tráfico de estupefacientes.

Además, se da la circunstancia de que el inmueble se encuentra situado muy próximo al IES Seritium y otros vecinos de la zona inciden en la peligrosidad que puede suponer para los menores que el negocio de la droga esté tan cercano.

En todo caso, los habitantes de Chapín trasladaron su preocupación a la alcaldesa Pilar Sánchez, aprovechando su visita para inaugurar la zona de recreo infantil en el parque Iguazú, que a su vez los citó para mantener un encuentro una vez finalice la Feria del Caballo. Aunque al parecer el colectivo ya ha alertado a la Policía Nacional sobre esta circunstancia, las quejas presentadas a la regidora municipal se deben a que consideran que esta parcela fue expropiada por el Ayuntamiento y que actualmente está catalogada en el PGOU como zona verde. Sin embargo, los representantes del Gobierno local les indicaron que se trata de una propiedad privada. En este sentido, según ha podido conocer LA VOZ, la intención de los regidores municipales era realizar la expropiación para convertir la parcela en zona verde, aunque finalmente desecharon esta opción porque suponía un alto coste.

Más control para la Feria

Por otro lado, los vecinos también trasladaron su preocupación a Pilar Sánchez por los incidentes que puedan suceder durante la motorada, con la apertura al tráfico rodado de la avenida Lola Flores, y en la Feria del Caballo, pues aseguran que el año pasado se produjeron muchos altercados en la los aparcamientos situados detrás del área comercial. En este sentido pidieron mayor control policial «para que no se hagan fogatas y evitar además que se produzcan robos», añadiendo que «el año pasado en Jerez Norte tuvimos que contratar seguridad privada». También aseguraron que ahora hay menos gente haciendo botellón en la zona, aunque «va por modas». Finalmente, preguntaron a Pilar Sánchez cuando van a comenzar las obras de la Ciudad de la Invovación, un proyecto muy esperado por los residentes.