Jerez

El jurado popular declara culpable al acusado por el crimen de la calle Ídolos

El tribunal considera probado por unanimidad el delito de asesinato, con los agravantes de alevosía y ensañamiento El juez será el encargado de fijar la pena en los próximos días, que oscilará entre los 23 y los 26 años de cárcel

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Los pronósticos se cumplieron, y tras varias horas de deliberación el jurado popular declaró ayer por unanimidad la culpabilidad del acusado del crimen de la calle Ídolos, el ucraniano Vitali Zaruba. Concretamente, el tribunal considera probado el delito de asesinato, ya que en el crimen concurrieron tanto el agravante de alevosía como el de ensañamiento, lo que lo excluye la tipificación de homicidio.

También de forma unánime, el jurado decidió que no existe ningún tipo de atenuante ni eximente, y se manifestó contrario a la eventual petición de indulto, un pronunciamiento de obligado cumplimiento cuando se trata de un veredicto de culpabilidad. El fallo del tribunal pone de manifiesto, de esta forma, que los intentos de la defensa por escudar el crimen en argumentos como el consumo de sustancias estupefacientes o la rigidez de la cultura a la que pertenece el imputado no han prosperado finalmente, como sí parecen haberlo hecho los testimonios de psicólogos y psiquiatras, que pusieron de manifiesto que Zaruba «sabía perfectamente lo que hacía» en el momento de los hechos.

Una vez realizado el dictamen, ya todo queda en manos del juez, que será el encargado de fijar la pena correspondiente. Una condena que deberá estar comprendida entre lo solicitado por el Ministerio Fiscal y por la acusación particular, que pidieron 23 y 26 años de cárcel, respectivamente. Y es que a juicio de ambas partes, el condenado cometió no sólo un delito de asesinato, cuya pena máxima es de 25 años, sino también otros dos de hurto y hurto de uso, al llevarse varios objetos pertenecientes a la víctima, incluido el coche de ésta.

El abogado de la familia del fallecido, Manuel Jesús Vázquez, expresó ayer la satisfacción de sus representados por el veredicto emitido, aunque «ellos ya confiaban en que sucediera esto». No obstante, el letrado confesó sus reticencias iniciales, explicando que «si bien entendíamos que en el caso de un tribunal ordinario, de alguien versado en la materia, la cosa iba a estar muy clara, siendo un jurado de personas profanas hay veces en que es más difícil saberlo».

Se espera que la sentencia judicial sea dictada en los próximos días, y contra la misma el condenado podrá presentar el recurso correspondiente, si así lo considera oportuno su defensa.