CÁDIZ

La alcaldesa dice que la rotonda del puente divide a los barrios y no garantiza la seguridad de peatones

Insiste en que la solución de Fomento es perjudicial y los vecinos no son aún conscientes

| SANTO DOMINGO / CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El proyecto del segundo puente ha variado muy poco sobre lo reflejado en los planos iniciales en relación a su entrada en Cádiz. Las diferencias son solamente de zonas ajardinadas. Ya lo advirtió la ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en su última visita realizada a la ciudad el pasado noviembre. Afirmó entonces que no se contemplaba ninguna modificación del proyecto sobre la gran glorieta de El Corte Inglés, que irá en altura y con un subterráneo. La alcaldesa, Teófila Martínez, recogió el órdago y exigió un cambio en el planeamiento porque esa solución, según el Ayuntamiento, provocaría divisiones entre barrios y el aislamiento de la avenida de la Bahía. Ayer comentó que tampoco garantiza la seguridad de los peatones.

Técnicos de Fomento explicaron el miércoles el proyecto a las asociaciones de vecinos y el voto de los representantes vecinales fue a favor del proyecto con el compromiso de que se rebaje la cota de los tres metros en la medida de lo posible y se cubran con taludes de césped los muros de hormigón para rebajar el impacto visual. La reacción no se ha hecho esperar de la alcaldesa que se encuentra de viaje en Colombia exportando el Bicentenario.

Un muro de vergüenza

La alcaldesa conoció ayer la opinión de los vecinos sobre la solución ofrecida por Fomento para regular el tráfico que llegará del segundo puente. Los vecinos de la zona se han mostrado de acuerdo con ese paso subterráneo entre la avenida de la Bahía y la de las Cortes y la rotonda elevada que supondrá, para el Ayuntamiento, construir «un muro de la vergüenza» que creará otra barrera (como la que existía antes del soterramiento) entre dos zonas de la ciudad.

Pese al varapalo, Martínez dijo no sentirse sorprendida por las declaraciones de los vecinos y afirmó que todavía «no se es consciente del grave impacto que supone para la ciudad». «Desde el Ayuntamiento creemos que Fomento no debe imponer una solución que afecta a toda la ciudad», subrayó. La edil insistió en que su idea es que se aporte un diseño «consensuado».

Por eso ha pedido ya una reunión con el nuevo ministro de Fomento, José Blanco, e incluso ha anunciado su intención de contratar una auditoría externa «si las cosas se ponen difíciles» para que determine cuál será la mejor solución.

Considera que la seguridad vial sí está garantizada con la opción municipal (una rotonda que regula los flujos de entrada del puente y salida hacia las avenidas). «Cuando se hizo el soterramiento, nuestros técnicos fueron capaces de controlar los problemas del tráfico y yo confío plenamente en ellos», dijo.

Además, dijo sentirse preocupada, más que por la seguridad vial, por la ciudadana, ya que este tipo de muros crean guetos «donde se refugian los que piensan cometer delitos». Se mostró convencida de que ese muro de tres metros «puede proteger a todo aquel que quiera delinquir».

Martínez se aferra a que en la reunión con los técnicos de Fomento (la semana pasada hubo una y esta semana estaba prevista otra) éstos habían dicho que la solución de la glorieta elevada y el paso subterráneo «no era definitiva». «Yo sólo espero que se escuche al Ayuntamiento de Cádiz tal y como se hizo con Navantia, que pidió un tramo móvil y se le concedió». Por ello advirtió que si finalmente se hace el subterráneo «eso ya no va a tener solución» y en su opinión carece de lógica «que en el término municipal de una ciudad no se haga lo que dice el Ayuntamiento».

De todas formas, la regidora del PP no da la batalla por perdida. «Estamos esperando esa nueva reunión con los técnicos, porque creemos que técnicamente todo esto tiene arreglo».