BLANCA PORTILLO

«Me he casado con mi profesión»

La actriz grabará una segunda parte de 'Acusados', thriller que llega a su último episodio este miércoles en Telecinco

| COLPISA MADRID Actualizado: Guardar
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A sus 45 años, Blanca Portillo sabe de la dureza de la profesión de actriz y recuerda que más de una vez estuvo tentada de tirar la toalla. Pero después de una consistente carrera teatral empezaron a llegar las recompensas a su plena entrega. La televisión le facilitó ser conocida por el gran público con 7 vidas, comedia que marcó un hito en la televisión. Después vino Volver, su primer papel con Almodóvar, con quien ha repetido en Los abrazos rotos. Tras cimentar su carrera en los tres medios (cine, teatro y televisión) volvió a la pequeña pantalla con un papel a su medida, la dura jueza Rosa Ballester de Acusados.

- ¿A qué medio debe más?

-Al teatro le debo lo que soy como actriz, es donde más he aprendido, el medio que me lo pone más difícil, porque siempre es una prueba de fuego. La televisión me ha dado la posibilidad de que me conozca el gran público y me ha enseñado mucho, y el cine, y sobre todo cuando trabajas con determinados directores, un cierto prestigio.

-Además, tiene fama de ser muy exigente, de querer bordar sus trabajos.

-Sí, me pongo el listón muy alto. Es más, cuando alguien me dice que esto lo puedes hacer tú muy fácilmente entonces me pregunto si verdaderamente tengo que hacer ese trabajo.

-Llevaba una notable carrera teatral cuando la llamó Luis San Narciso para '7 vidas' ¿Fue ese título determinante para su carrera?

-Sin duda alguna. Confiaron en mí y fue un momento importantísimo en mi carrera. El resultado está ahí, fue una serie de culto. Sirvió para que saliera a la palestra lo que ya había hecho anteriormente en teatro, y fue determinante para que otras personas me llamaran para hacer algunos papeles.

-Ha vuelto a un papel a su medida en 'Acusados', en el que es una mujer muy ambiciosa, con una sed de poder importante.

-Yo creo que tiene sed de justicia. Se toma su trabajo muy en serio, a veces demasiado, pero es una gran profesional. No es tanto una cuestión de poder como de utilizar la ley para conseguir la justicia, a veces saltándose la propia ley.

-¿A usted le ha ocurrido algo parecido a su personaje?

-Las dos tenemos algo en común y es el gran amor por nuestra profesión, que nos ha dado mucho y nos ha hecho ser mejores personas. Yo, de alguna manera, me he casado con ella, es mi manera de ser feliz.

-¿Por qué ha vuelto a la televisión?

-El proyecto me interesaba muchísimo y, además, está bien dignificar el trabajo en la televisión porque hay quien piensa que se trabaja en este medio por razones muy extrañas. Cuando hay buenos proyectos a mí me da igual el medio que sea.

-Ha cambiado mucho el medio desde '7 vidas' porque ahora es difícil alcanzar aquella extraordinaria audiencia.

-Ahora es mucho más duro. La clave está en dar cada vez mejor calidad para tener un público fiel. Nos creíamos que con hacer comedias sencillas lo teníamos todo solucionado y el tiempo ha demostrado que no es así. Hay más exigencia y eso siempre es bueno.

-Hay directores que han jugado con usted a la ambigüedad sexual. Se vistió de Torquemada en 'Alatriste' y ha hecho el papel de Hamlet en el teatro ¿Es complicado ese rol?

-No. Me planteo los personajes como personas, como seres humanos. En el caso de Hamlet es porque se trataba de una mujer educada como hombre. Todos tenemos un lado masculino y otro femenino, y se trata de poner en juego lo que el personaje necesite. Pero tampoco es que me vaya a aficionar a hacer ahora el papel de hombre y mujer indistintamente.

-Ha decidido seguir en 'Acusados'.

-Sí, cosa que me produce una gran alegría. Aún no sé cómo evolucionará esta mujer, pero desde el principio se sabía que la serie tendría una segunda temporada con otro caso como base. Después de la trama Metrópoli habrá otras. La jueza seguirá trabajando como ella suele hacer.