VACÍO. En la fotografía se puede apreciar cómo una parte del Rastro estaba sin puestos.
Jerez

Ganaron los más valientes

Tras las lluvias caídas en Jerez en la mañana de ayer, el Rastro de la Alameda fue debate del abril con aguas mil que llevamos

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Las primeras horas del día de ayer estuvieron pasadas por agua. Las lluvias primaverales produjeron más de un quebradero de cabeza a quienes tenían previsto un día de campo, o un paseo por la montaña. Buenas ideas para despachar la mañana del domingo.

Pero también hizo deshojar la margarita a quienes montan sus puestos en el Rastro de la Alameda cada domingo por la mañana. Una duda en el aire que fue despejándose conforme el sol iba ganando terreno y, finalmente, sobre las diez de la mañana, brillaba en todo lo alto su luz irradiante.

Cielo azul limpio y ambiente en la Alameda Vieja. De todo un poco, aunque muchos puestos de herramientas y algunos artículos que, si se mojan, tampoco son pasto de la basura. Un chico, que vende lo que se le ponga por delante, tenía las conclusiones editadas del Sínodo de Sevilla del año 1974. Materia muy apropiada. «¿Alguien quiere en sinodó -exagerado acento en la «o» final- para leerlo en casa?», pregonaba.

Un señor, más adelante, miraba al cielo mientras esquivaba un charco como podía. «Pues sí que está bien la cosa. Llevamos un mesecito de abril que para nosotros se nos queda», comenta. «En abril aguas mil», le responde otro. «Sí, pero todas caben en un barril», remedia su interlocutor. Y así se zanja la conversación.

Pocos libros se pudieron ver, pues corrían peligro de mojarse. Algo de ropa y los clásicos puestos de las flores en el templete. Distintos utillajes y un puesto de cuero artesanal. Después, poco más. Finalmente ambiente cuando dieron las once y media de la mañana y muchos jerezanos decidieron acudir al entretenido mercadillo. Quizá algunos hicieron su agosto al haber poca competencia. Sin embargo, el chico del sínodo, sentenció diciendo que «después de la Semana Santa ¿Qué cartera se encuentra saneada?». Pues quizá llevara razón. Pero vueltas muchos, disfrutando de la buena mañana que levantó.