PLANTA. Francisco en las instalaciones de transferencia de residuos de Econatura en Arcos. / CRISTÓBAL
Ciudadanos

Gestión ecológica

Esta firma, que ahora cumple diez años, administra residuos industriales y peligrosos de toda Andalucía

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«Siempre tuve inquietudes empresariales». Así explica el gerente de Econatura, Francisco García, su vocación emprendedora. Trabajó durante 15 años como fijo en la plantilla de la fábrica puertorrealeña de Delphi. Sin embargo, a finales de los años noventa se dejó llevar por la atracción que asegura que siempre sintió hacia el mundo empresarial. Aún como empleado en la factoría decidió poner en marcha, con su hermana Isabel como socia, un proyecto de negocio. «Quería que fuera en un sector de futuro y eso es algo que vi en la gestión de residuos relacionada con el medioambiente», explica.

Así fue como nació la compañía que hoy da empleo a 16 personas y cuenta con una cartera de 1.418 clientes repartidos por toda Andalucía. Comenzaron con la tramitación de aceites alimentarios procedentes del sector de la hostelería. Mantuvo su puesto en la factoría otros tres años. En 2002 abandonó por propia voluntad este empleo para dedicarse por completo a su empresa. Y no duda en añadir que el cierre de la planta es algo que por aquel entonces ya se veía venir.

Líderes

Francisco explica con satisfacción que la firma se cuenta entre las tres del ramo que cuenta con más autorizaciones de gestión de residuos peligrosos en toda Andalucía. «Podemos disponer de los restos de hasta 52 categorías de materiales catalogados como peligrosos», matiza. Entre éstos están los envases contaminados, ácidos disolventes, productos fitosanitarios, pinturas y todos los desechos que se producen en el trabajo diario de un taller de reparación de vehículos o de cualquier otra empresa relacionada con la automoción. De hecho, tras el cierre de la fábrica en la que trabajó durante 15 años, Econatura se ha encargado de eliminar todos los residuos producidos en la planta de la multinacional.

«Somos conocidos en toda Andalucía y estamos consolidados en nuestro sector», apunta Francisco. El 90% de los restos que gestionan son clasificados y agrupados en los 2.200 metros cuadrados de la planta de transferencia con la que cuentan en Arcos. El destino final de estas sobras son las plantas de tratamiento de residuos de Jerez o Los Barrios, en función del tipo de sustancia de la que se trate en cada caso.

Desde hace tan sólo seis meses, la empresa ofrece a sus clientes una nueva línea de trabajo. Se trata de una gestoría medioambiental. No sólo gestionan sus residuos, sino que ahora también se encargan de todas las tramitaciones administrativas a las que obliga la normativa vigente. «Hay mucha burocracia y de esta forma podemos ofrecerle al industrial o al hostelero, por ejemplo, una solución para que se centren en llevar su negocio porque ya no tendrán que preocuparse por nada de lo relacionado con la basura que generan», explica Francisco. Acaba de empezar a andar, pero ya «funciona muy bien». Sobre la coyuntura económica lo tiene claro: «La crisis se hace notar, pero yo no me quejo».

jlopez@lavozdigital.es