Pasos con arte

Hace un año aproximadamente el propietario de una zapatería vio pasar por sus narices una excelente oportunidad de negocio sin saberlo. Una de sus dependientas, aquella que se mostraba habladora y con excelente don de gentes, tenía en sus manos su mayor secreto. Su pasión por los zapatos no sólo le llevaba a estar horas y horas entre cientos de pares, sino que, en casa, daba rienda suelta a su creatividad y con un pincel dibujaba sobre zapatillas sus propios diseños. Lo que entonces era un hobbie va camino de convertirse en su profesión. Laura Portillo, una gaditana de 29 años, triunfa en la Red vendiendo zapatos customizados y recibiendo cada vez más encargos de toda España bajo su propia firma, Direi. «Son piezas únicas, nada de serigrafías, las hago yo poquito a poco», explica mientras enseña uno de sus modelos. «Todavía recuerdo cuando mis compañeras en la zapatería me dijeron que pusiera uno de mis diseños en el escaparate para ver que pasaba». Decían que se lo llevaría alguien enseguida pero al final no lo hice porque si se vendía ¿cómo se lo iba a explicar a mi jefe?».

Pues han pasado unos meses de aquello y Laura ha aplazado por el momento su verdadera profesión de filóloga inglesa para dedicarse a lo que verdaderamente le gusta. «Estudié la carrera porque sí, pero realmente prefiero la artesanía a la educación. Siempre me ha gustado trabajar con las manos: he hecho de todo, desde pintar zapatillas, gorras, camisetas ...hasta un encargo de galletas con formas para una exposición, vestidos».

Y tanto es así que ahora está que no para. «Ha ido todo muy rápido. Primero, hacía camisetas o zapatillas para mi familia y amigos pero, de repente, empecé a recibir encargos». Y fue entonces cuando entró en juego el que ya es el principal escaparate de cientos de jóvenes diseñadores: internet. «Puse una foto de una de las Converse en Tuenti y a los dos minutos ya estaba vendida. Decidí crearme una página en la red social sólo para la marca». Lo mismo le ocurrió con su MySpace, un rincón que sirve a los artistas para presentarse en sociedad.

«Ahora tengo un pedido que me ha hecho un club de moteros de Murcia que quieren que le pinte en unas Converse su logotipo y otro que ya he acabado: unas zapatillas de Hannah Montana para una Comunión». Pero quizá, lo más sorprendente que le ha ocurrido hasta ahora fue su salto a Ebay. «También lo hice por probar a ver qué tal iba. Seis días más tarde, un comprador chino se ganó en subasta unas zapatillas en las que Laura había imaginado en color a un samurái y a su amada. «¡Se vendieron por 80 euros y el precio inicial era de 20!», dice sorprendida.

Además, la joven también ha hecho un vídeo en Youtube donde explica cómo hace sus zapatillas. Con pintura para tela las pinta, después plancha el dibujo y les hecha fijador para que no se estropee. Los encargos se le hacen por mail. El precio depende del trabajo que tenga el diseño (25 euros mínimo por pintar el par más el precio del zapato). Suele trabajar con Converse y las míticas Victorias, esos zapatos de loneta y cordones de los años 80 que han vuelto a ponerse de moda.

De momento, mientras que la joven prepara su propia web, las zapatillas se venden por pedido. «Lo de las tiendas ya se verá. He llevado unas a alguna tienda pero ahora recibo más encargos por el boca a boca o porque me ven en internet». Así, «poquito a poco», Laura va labrando su sueño. «Me encantaría tener mi propio taller y que la gente viniera verme para contarme sus ideas. Sería genial!».