El Portuense puede bajar hoy con Orúe como testigo

Para el Portuense, perder hoy en Ceuta o incluso empatar, si gana el Antequera, es morir. Vencer supondría una nueva inyección de moral sin saberse aún el resultado final cuando falten tres encuentros para concluir la temporada. Curiosamente, uno de los tres técnicos que la pasada campaña entrenara al Portuense, Carlos Orúe, se puede convertir en el brazo ejecutor que mande al Portuense a la Tercera División.

En el haber del técnico jerezano está que, pese a la deuda que el Portuense tiene contraída con él, no ha hecho ningún ruido como otros. En este aspecto, el mismo día que este medio publicó la denuncia del intermediario Pepe Amorós, éste retiró la denuncia por los derechos federativos sobre su representado, el ex jugador Raúl Molina.

La expedición partió ayer por la tarde a Algeciras, donde cogió el Ferry que le hizo atravesar el Estrecho para llegar a punto para la cena que, en el hotel Ulises, tenía preparada. La semana ha sido menos intensa en entrenamientos de lo normal, puesto que Fabregat no quiere cansar mucho a sus jugadores que, a estas alturas de la temporada y con lo pocos que son, han demostrado tener una gran preparación física. El jueves se disputó un partidillo intenso, mientras el viernes sólo recuperación en un Spa de Valdelagrana. Ayer ensayó con el equipo titular.

Se tuvo que quedar en casa el defensa Rubén Anuarbe, dando cabida Fabregat a Rubén Pazos entre los expedicionarios, tras su partido de sanción. El equipo diferirá en sólo dos jugadores respecto al que venció al Linares en el último choque. La baja obligada de Anuarbe hará desplegarse a Sambruno a la banda izquierda, Iturralde al puesto de éste, mientras Rubén Pazos se haría con la misión de Iturralde de pivote por delante de la defensa. El canterano Pantic entrará en banda derecha y relegará a Jhony al banquillo.