IU denuncia presiones para desalojar los locales de la Casa de las Cadenas

La Casa de las Cadenas lleva apuntalada ya ocho meses. Los puntales están en el interior de la finca, en el patio de la misma, pero la empresa estaría intentando apuntalar también el local comercial situado en los bajos del edificio en el que se ubica el bar Las Cadenas. Celestino De Serdio, inquilino de este local y responsable del negocio, ha denunciado presiones por parte de la empresa propietaria del inmueble, Hato Verde Golf, SL.

De Serdio asegura haber recibido tres visitas de técnicos que «decían venir de parte de la empresa para apuntalar el bar, lo que para un negocio de hostelería como éste es lo mismo que echarnos». El inquilino del local critica que «la empresa intenta engañarnos, viene diciendo que tenemos que firmar unos papeles para apuntalar mi bar, a pesar de que el techo está reformado con vigas de hormigón».

El regente del bar ha solicitado al Ayuntamiento el informe urbanístico del inmueble para comprobar si tiene que permitir a la empresa apuntalar su bajo comercial o no.

El hostelero acusa a Hato Verde Golf, S.L. de «jugar con los vecinos, a los que está prometiendo casas al mismo tiempo que solicita al Ayuntamiento la declaración de ruina técnica del inmueble para poder echarnos a todos a la calle con una mano delante y otra detrás».

La portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Pepa Conde, ha denunciado también «los intereses creados por la propietaria para que el edificio se declare en ruinas».

Una primera petición de declaración de ruina ya fue solicitada por la promotora, y desestimada por el Consistorio, que fue quien aconsejó en julio del año pasado el apuntalamiento. Los vecinos creen que Hato Verde Golf habría hecho la misma petición de declaración ruina técnica nuevamente ante el Ayuntamiento el pasado 1 de abril, pero la entidad municipal desconoce si alguno de sus técnicos trabaja ahora mismo en esta solicitud.

No obstante, los vecinos del bloque no han manifestado intranquilidad alguna a este respecto. «No he recibido ninguna presión, sólo estamos esperando, esperando entre puntales eso sí, a que la empresa acabe la finca que está construyendo para nosotros en la calle Pagador», declaraba otra de las inquilinas, que paga por su vivienda de dos habitaciones 45 euros de alquiler, y que confía en la «palabra de la propietaria de que nos trasladaremos a una casa mejor por este mismo precio».

IU también ha denunciado «contradicciones» en el apuntalamiento del edificio porque aunque fue una medida de protección para los residentes, «está provocando filtraciones de agua e incluso daños en la estructura». A este respecto, la formación política ha solicitado a la delegada de Cultura, Yolanda Peinado, que se realice una inspección.