Las mujeres de 40 a 44 años, primeras víctimas del paro de larga duración

Las mujeres con edades entre 40 y 44 años constituyen el principal grupo de riesgo del paro de larga duración. Ellas se convertirán en involuntarias protagonistas de las ayudas especiales que el Ministerio de Trabajo y los sindicatos han solicitado a los gobiernos autonómicos, vía «salario o renta social».

La petición tiene una razón última que puede llegar a ser dramática. Se trata de establecer una protección temporal que permita a los desocupados que perdieron el empleo y hayan agotado la cobertura de paro sobrevivir sin caer en situación límite de pobreza. El Gobierno central ya ha dicho que no tiene dinero para afrontar en solitario el problema, puesto que el coste de la cobertura se ha disparado.

El 9% de los parados, es decir, 290.400 personas, intentan sin éxito desde hace más de dos años volver al mercado de trabajo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Un colectivo que puede corresponderse con los desempleados que atraviesan una situación muy delicada al haber agotado su cobertura. La duración máxima de la prestación contributiva (proporcional al sueldo recibido antes de perder la colocación) es de 24 meses. El sistema cuenta, además, con la modalidad asistencial (en función de las cargas familiares y de la edad) y con la renta activa de inserción que combina cursos de formación y percepción económica. Ambas prolongan la protección pero durante un periodo corto de tiempo. Para CC OO y UGT la cifra de 290.400 personas es irrisoria. Las centrales elevan el total de necesitados al millón. Recuerdan que el paro sobrepasa los 3,6 millones y la prestación se limita a 2,56 millones de beneficiarios. A su juicio, todo desocupado carente de empleo que se encuentre al borde de la exclusión social, aunque nunca haya trabajado, debe recibir ayuda.

El titular de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró esta semana que averiguar cuántas personas han perdido su empleo y consumido la protección de paro es una operación compleja. No existe una pregunta concreta realizada por Estadística que despeje la incógnita. El ministro informó de que su departamento cruza datos con las consejerías de Asuntos Sociales de las comunidades, pero resaltó que los resultados no son demasiado fiables. Explicó que para conocer con exactitud el número de parados sin rentas que requieren protección especial es preciso estudiar también los ingresos de cada hogar, puesto que a veces las familias actúan de colchón y afrontan las necesidades de los miembros que no perciben ganancias.

Nueva EPA

La cifra de 290.400 desocupados pertenece a la última Encuesta de Población Activa (EPA) (cuarto trimestre de 2008) y para conocer su evolución habrá que esperar al viernes 24 de abril, fecha en la que el INE publicará la EPA del primer trimestre de 2009. El propio Corbacho da por seguro el aumento del colectivo por el acelerado deterioro del mercado laboral en lo que va de año.

Del total analizado, 206.300 son mujeres y 103.100, varones. El dato incluye a 31.600 parados que buscan su primer empleo, que nunca han cotizado y han carecido siempre de cobertura económica. Este grupo estaría fuera de los cálculos del Ministerio.