La OEA destaca su papel para la democracia

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha guardado un minuto de silencio en homenaje al ex presidente Alfonsín, quien murió el martes a los 82 años, y ha destacado su liderazgo en la recuperación de la democracia en su país.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha subrayado el carácter democrático del ex mandatario argentino (1983-1989) quien, ha dicho, ejerció una influencia decisiva y oportuna a la hora de propiciar la recuperación de la democracia en varios países del continente. "Raúl Alfonsín no sólo restableció la tranquilidad, la calma y eliminó el temor de la vida cotidiana de los ciudadanos argentinos, sino que además, volvió a situar a su país en el centro del mundo democrático en un momento en que aún no había muchas democracias en nuestra región".

En opinión de Insulza, el ex presidente argentino "no actuó como una persona que debe tener cuidado cuando se sabe rodeado de países que pueden crear problemas, sino que actuó con energía en defensa de la democracia y de los derechos humanos". El secretario general sólo tuvo palabras de elogio para Alfonsín , quien falleció el martes a los 82 años víctima de una neumonía agravada por un cáncer pulmonar que lo aquejaba desde 2007. El ex mandatario argentino, afirmó Insulza, "era un hombre de gran prudencia y un gran conciliador".

"Para los que creemos que la política es consenso, búsqueda de acuerdos, diálogo, prudencia, racionalidad y sentido común, Raúl Alfonsín es un ejemplo, y lo vamos a echar mucho de menos, sobre todo en momentos en que en algunas partes afloran las tendencias a pelearse", afirmó sin referirse a ningún país en concreto. Por ello, ha proseguido, "en esos momentos una palabra prudente, una palabra de amistad, una palabra de fraternidad firme, decidida y clara, dicha con franqueza y con respeto, es siempre algo que vamos a echar mucho de menos".

Insulza ha enviado una carta de condolencias a la presidenta argentina, Cristina Fernández, en la que destaca, entre otros méritos, el papel de Alfonsín en la defensa de la democracia y la paz, y afirma que "el ejemplo de su vida iluminará el camino por el que avanzarán nuevas generaciones de argentinos que vivirán en un país que él ayudó a construir".

Por su parte, el embajador de Argentina ante la OEA, Rodolfo Gil, ha aludido a la figura y trayectoria del ex presidente al enfatizar en sus dotes de estadista y su destacada contribución a la historia institucional de la nación suramericana. Gil ha afirmado que Alfonsín "fue un ser humano formidable, inteligente, sagaz, decente, honesto, austero y cálido. Nació, vivió y murió por y para la política".

El embajador argentino ha considerado que la presidencia de Alfonsín dejó tres legados: enterró formalmente una época dramática, dio una lección a los peronistas, porque no sólo repuso el estado de derecho, sino que rompió con el mito de que el partido era invencible, y también fue un ejemplo por su "estilo de hacer política, de buscar acercar a las partes". "Argentina es un país que desde su inicio ha tenido marcas de la intolerancia política y Alfonsín es un ejemplo de tolerancia. Es mucho más que un ex presidente, es un gran hombre y un gran argentino", ha subrayado.