El presidente de Cruz Roja filipina, Richard Gordon, pide la liberación de los voluntarios secuestrados por Abui Sayaf, durante una rueda de prensa mantenida en Manila. / Efe
cruz roja internacional

Filipinas declara el estado de excepción en la isla donde están retenidos los cooperantes

Abu Sayyaf amenaza con decapitar a uno de los rehenes tras agotarse el plazo para que las autoridades retiren a los soldados destacados en Joló

FILIPINAS Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno de Filipinas ha declarado el estado de excepción en la isla de Joló, al sur del archipiélago, donde el grupo islamista Abú Sayyaf retiene a tres trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), una situación que permitirá a las fuerzas de seguridad levantar puestos de control y detener y buscar a sospechosos de pertenecer a Abú Sayyaf.

"Se ha declarado el estado de emergencia en Jolo, y será efectivo desde las 9,00, hora local", según un mensaje de texto procedente de un responsable militar. La declaración, que pone a todas las fuerzas de seguridad en alerta sobre la isla y restringe el movimiento de personas, llega después de que responsables locales hicieran una última llamada a los secuestradores para que mantenga con vida a los tres rehenes.

El gobernador de la provincia de Sulu, Abdusakur Tan, ha declarado que pidió a uno de los líderes del grupo islamista que reconsidere su amenaza de decapitar a uno de los tres cooperantes del CICR, anunciada para las 14.00, hora local (7.00 en España), después de que el Gobierno declarara como "físicamente imposible" acceder a las peticiones de los rebeldes, que querían que todas las fuerzas gubernamentales se retiraran de las ciudades principales de la isla y se quedaran en dos aldeas.

No se sabe aún nada de los rehenes después de que haya expirado la hora límite. Los milicianos, con vínculos con la organización terrorista Al Qaeda, habían pedido la retirada de las fuerzas de seguridad a cambio de la liberación de uno de los cautivos, pero también amenazaron con decapitar a uno si no se cumplían sus exigencias.

La filipina Mary Jean Lacaba, el suizo Andreas Notter y el italiano Eugenio Vagni, fueron secuestrados el pasado 15 de enero, después de visitar una prisión local donde la Cruz Roja está financiando un proyecto de agua.