Un reto por partida doble

La necesidad de sobrevivir en un mercado cada vez más complejo, de adaptación a la ya implantada sociedad del conocimiento, ha terminado por imponer en la provincia una cultura emprendedora basada en los conceptos de ciencia, tecnología y empresa. Son las EBT's o empresas de base tecnológica, de las que ya existen un buen puñado en la Bahía, pero que no están exentas de hacer frente a un duro camino con las piedras de la financiación y falta de oportunidades como principales obstáculos. A las dificultades de cualquier emprendedor se les suma los problemas de trabajar en un sector por lo general desconocido. Pero hay quien está dispuesto a asumir el doble reto.

Sirva como muestra la radiografía andaluza: En 2002 la comunidad estaba a la cola en creación de EBT's surgidas de la Universidad, una situación que se ha revertido totalmente en el último año, en el que Andalucía ha pasado a encabezar el ránking nacional.

En Cádiz y su provincia, según el informe dado ayer a conocer por la consultora Plan 3 en el Foro Empresarial Creación y Consolidación de Empresas I+D, existen un total de 29 de estas empresas, en las que el perfil general de los emprendedores es el de un hombre joven, de entre 27 y 35 años, con formación universitaria y sin experiencia previa en la gestión empresarial. De este total el 51,7% se ubica en la capital, seguida de un 34% en El Puerto. Según se desprende del estudio elaborado por Plan 3, no existe ninguna empresa de base tecnológica e innovadora en Rota y San Fernando.

La Universidad es el germen de la mayoría de estas organizaciones. Así, el 58,6% ha sido identificado como spin off universitario y sólo un 6,9 % como spin out, esto es, empresas de base tecnológica creadas a partir de otras empresas privadas. En cualquier caso, un 10% de las spin off académicas fracasa en sus tres primeros años de vida, entre otras causas, por la falta de financiación pública o las dificultades con las que se topan a la hora de recibir las ayudas.

Novatos

La biotecnología, la consultoría medioambiental, la aeronáutica o la ingeniería industrial son los sectores más explotados por estas empresas caracterizadas por por la «invención o innovación tecnológica que implica un riesgo tecnológico sustancial». Precisamente la superación de esos riesgos y los años de experiencia son lo que marcan la calificación de las ETB's, que se dividen en empresas prototipo -el 10,3% de las identificadas en la Bahía-; fase de lanzamiento -34,5%- y las que se encuentran en la fase de periodo de aceleración o maduración -el 50% de las empresas de base tecnológica gaditanas-.

Si el éxito de este tipo de organizaciones lo marcara su proyección al extranjero, lo cierto es que Cádiz llevaría el estandarte de pionera. El 31% de las empresas operan a nivel nacional, seguidas de un 24,1% que lo hacen a nivel mundial. Ahora bien, los datos son mucho más discretos en las ventas de productos en el exterior. Sólo el 17,2% % realiza exportaciones, frente al 72,4% que no presenta actividad comercial exógena.

Pero si algún indicativo muestra la verdadera vocación del tejido empresarial de la provincia es el de la filosofía adoptada y la propia consideración. Más del 62% de las empresas consultadas se consideran innovadoras y capaces de desarrollar productos o procesos novedosos en el mercado. Respecto a las áreas de calidad y medio ambiente, aquellas empresas que por su naturaleza debían tener implantadas determinadas certificaciones, sí las habían adquirido, mientras que el resto ha manifestado su interés exclusivamente por la IS0 9001 y sólo por la imagen.

La presentación de las conclusiones del estudio realizado dentro del proyecto Crear+D, que organiza la Cámara de Comercio de Cádiz, estuvo presidida por la delegada provincial de la Consejería de Innovación, Ciencia y empresa, Angelines Ortiz, quien destacó que del presupuesto de incentivos de la Junta de Andalucía para la creación de estas empresas, el 24% está destinado a la provincia de Cádiz.

También estuvieron presentes el presidente de la Cámara, Ángel Juan Pascual, el delegado provincial de Comercio, José María Reguera; José Manuel Gómez Montes de Oca, director general de Desarrollo Tecnológico e Innovación de la UCA; e Ignacio Romaní, teniente de alcalde de Desarrollo Económico. El edil resaltó durante su intervención los grandes problemas que, a su parecer, debe hacer frente este «sector» en la provincia: «La falta de inversión, la distancia entre la Administración y las empresas y la escasez de suelo barato».