«La tienda no me ha dado beneficios aún»

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y, unida a las ganas de trabajar, es la que impulsa a Maru Ramírez Carrillo a sacar adelante su tienda de golosinas. A penas cumple un año al mando del negocio que abrió frente a la Plaza Iglesia en San Fernando, y asegura que si volviera atrás «no lo habría abierto, porque en el tiempo que llevo trabajando, la tienda no me ha dado beneficios aún».

Abrir un negocio en plena crisis le ha llevado a entramparse y a tener más gasto que recaudación. «Para poder pagar el local, la remodelación, las tasas e impuestos y comprar el género, tuve que pedir una hipoteca, y lo que da la tienda a final de mes es para pagarla». Además, esta isleña asegura que su salvación va a ser la ayuda que espera recibir en poco tiempo de la Junta de Andalucía. «Ahora he recibido la aprobación de una de las subvenciones que pedí, son 9.000 euros que me quitarán un poco la trampa de encima». Pero esta luchadora espera aún la respuesta de otras tres subvenciones que solicitó. «De la que tramité con el Ayuntamiento aún no sé nada, aunque espero tener suerte y que me llegue alguna más para poder tirar un poco hacia adelante».

Los fines de semana y las fiestas populares son lo único que impide que su negocio caiga en picado, las ventas se producen cuando los vecinos salen a la calle. «Los fines de semana y la fiestas navideñas han traído a más gente, y espero que ocurra lo mismo con la Semana Santa». Depender de las subvenciones y de que la gente decida salir a la calle son los hilos sobre los que pende el negocio de Maru en estos tiempos de crisis.